Noticias Colombia.
«Sueño americano», «una mejor vida» o «vamos por el futuro familiar»; son algunas de las frases con las que colombianos se marchan a otros países en busca de una mejor vida, sin embargo, en muchas ocasiones estas historias no terminan con finales felices sino en tragedia. Tal como sucedió con Claudia Marcela Pineda, María Camila y Juan Esteban Montoya, nacionales que perdieron la vida cuando buscaban llegar a los Estados Unidos.
Son dos historias diferentes de la migración ilegal colombian.
Partieron desde sus viviendas en Colombia con destinos de paso o intermedio, el plan final era llegar a norteamerica.
Tocaron sus tierras, sintieron sus aguas; pero sus trágicas historias marcaron a sus familias.
En agosto del año pasado Claudia Marcela Pineda, de 37 años, decidió irse a vivir con sus hijos María José y Cristián, de 10 y 3 años, a Estados Unidos, la colombiana se encontraría con su pareja, pero no hubo reencuentro.
El objetivo de la familia era conseguir un mejor futuro, el desierto de Arizona no les dio chance de salir con vida luego de ser abandonados por el coyote que los estaba cruzando.
Para poder ingresar a Estados Unidos, viajó hasta México.
Desde allí el plan era cruzar el Desierto de Arizona, con un calor infernal y cientos de kilómetros sin nada alrededor.
Un territorio que ha cobrado varias vidas de migrantes, muchos niños han perecido solos, juntos a sus padres y otros familiares. Pero el hecho de que el pequeño Cristián haya quedado vivo fue un verdadero milagro.
Pese a que el padre de su hijo, Victor Hugo Morales, años atrás había logrado llegar a Estados Unidos por la misma ruta, Claudia y María José no resistieron ese viaje y fallecieron.
Sus cuerpos fueron encontrados en el condado de Yuma, en el área de Levee Road y County en Arizona.
Cristián sobrevivió, fue rescatado por las autoridades estadounidenses, hospitalizado y luego se reencontró con su padre.
Claudia alcanzó a pedir ayuda
En su momento Telemundo sacó a la luz un angustiante audio que corresponde a la llamada de Claudia al 911.
Dicha comunicación refleja la desesperada petición de ayuda que hizo la mujer a las autoridades para que la rescatara a ella y sus hijos tras ser abandonados por la persona que los estaba ayudando a cruzar la frontera. El ‘coyote’.
– Marcela Pineda: “Por favor ayúdeme”.
– Agente del 911: “¿Cuántas personas vienen con usted?”
– Marcela Pineda: “dos niños, por favor ayúdeme, me voy a desmayar”.
Fueron fragmentos de la comunicación que mantuvo la colombiana con la persona que atendía la línea telefónica de emergencias.
Al fondo se escucha un desgarrador grito de la niña María José que le decía a su madre entre llanto que tenía hambre.
“¡Mami, tengo hambre!”, gritó la niña, a lo que Marcela le dice: “Ya mi amor”.
De inmediato, el agente del 911 le preguntó si tenía WhatsApp. Posteriormente, le pidió revisar la aplicación porque le había enviado un mensaje, “para que acepte compartir las coordenadas”.
Lamentablemente, el equipo de ayuda no pudo llegar a tiempo, ya que al apagarse el celular, se perdió el rastro de la mujer y sus hijos. Tenía muy poca carga en su celular.
La trágica noticia del naufragio de una embarcación en los Estados Unidos había pasado desapercibida hasta que se conoció que dos de sus pasajeros eran colombianos.
Ambos fueron identificados como Juan Esteban y María Camila, dos jóvenes vallecaucanos que se subieron el pasado sábado 22 de enero en horas de la noche a la embarcación que se hundió.
Según la Guardia Costera, aproximadamente a 45 millas -72 kilómetros- al oriente de Fort Pierce Inlet, en La Florida.
En ella iban en total 38 personas, de las cuales fallecieron 38 y solo Juan sobrevivió.
Él se aferró a parte de la embarcación y fue rescatado por otro bote comercial.
«Mamá, mi hermana se murió»
Tanto María Camila como Juan Esteban son hijos de Marcia y Edwin M., ella vive en los Estados Unidos y él, labora en la empresa Aguas de Buga S.A. E.S.P.
Su madre confirmó que luego del rescate fue trasladado a un centro médico de La Florida, en donde se encuentra fuera de peligro, pero en poder de las autoridades norteamericanas.
Ella detalló que el momento en el que Juan le confirmó el fallecimiento de su otra hija fue bastante doloroso, algo que ha partido su corazón en dos: «Mamá, mi hermana se murió», le alcanzó a manifestar desde el hospital.
Anoche en Guacarí todo giró en torno a ellos dos, hubo oraciones, velatón y una concurrida celebración religiosa.
La comunidad se unió para pedir por la pronta aparición del cuerpo de la joven, el retorno de Juan, el reencuentro de la familia y poder darle cristiana sepultura a su ser querido.
El caso sería aparentemente de intolerancia, ya que al parecer quien accionó el arma estaba… Leer más
Fabián Giraldo Morales, originario del Quindío, es un egresado del programa de Licenciatura en Educación… Leer más
El boxeo en el Quindío vive un hito histórico gracias a Danna Damary Pérez, quien… Leer más
Con el fin de garantizar la seguridad y el orden público durante la consulta popular… Leer más
La vida del exfutbolista cambió drásticamente tras ser extraditado y condenado en Estados Unidos. Noticias… Leer más
Significativos progresos se reportan en las labores de rehabilitación de la Calle Real en Salento,… Leer más