«Da su vida por cuidar las crías bebés de las tortugas»: la incansable lucha de Orfiria y su fundación en Bahía Solano

Orfiria siguió el legado que dejaron sus dos hijos: velar por la vida de las tortugas marinas. Hoy en día, Tortugas en Bahía Solano es uno de los proyectos más aplaudidos y reconocidos, no solo en conservación, sino también en educación en el Pacífico colombiano.

Noticias Colombia. 

Orfiria siguió el legado que dejaron sus dos hijos: velar por la vida de las tortugas marinas. Hoy en día, Tortugas del Pacifico en Bahía Solano es uno de los proyectos más aplaudidos y reconocidos, no solo en conservación, sino también en educación en el Pacífico colombiano.

Lea también:

Planes para hacer en Bahía Solano, Chocó

María Herminia y las guardianas del viche: preservando la tradición desde el Chocó hasta Cali

‘Alma, vida y corazón’ son las palabras de Orfiria para expresarse sobre su grandiosa labor por la conservación de tortugas.

«Pues bien, Orfiria lleva 11 años día y noche en esta labor, una gestión voluntaria que realizó de la mano con dos de sus hijos, que por circunstancias de la vida ya no están. Pero en honor a ellos, ella sigue firme dando todo por el proyecto.

‘Cada día que yo hago esto, los tengo presentes; me da satisfacción y mucha alegría’, cuenta con orgullo cada vez que le preguntan.

Tortugario tortugas del Pacifico

¿Y es que se preguntarán qué tan importante es este trabajo para ella y cómo aporta al ecosistema? Pues bien, las tortugas marinas son especies sombrilla que se pueden apreciar en las playas de El Valle, Bahía Solano. Tener ese calificativo de ‘sombrilla’ significa que son alimento para muchos seres vivos, disminuyendo la probabilidad de vida a tal punto que de 100 solo llega a la vida adulta una de ellas.

Ante esta necesidad de dar larga vida a estas especies, nace la fundación Tortugas del Pacífico, liderada por Orfiria y apoyada por su familia.

Sin embargo, ella tiene muy claro que no es cuestión de dinero; es el amor por los pequeños huevos y las mamás tortugas. En temporada, la labor es más dura; no se descansa en toda la noche patrullando y recolectando huevos. Se requiere un medio de transporte, en este caso la moto, que facilita el camino, sin olvidar que si la marea colabora, la actividad es más fácil.

Se realiza los 365 días del año. El compromiso de preservación para la familia Pinilla Bermúdez es muy importante, tanto que ella misma expresa: ‘Si yo llegara a morir, al día siguiente mi familia debe estar protegiendo los huevos que pronto serán bebés y las mamás tortugas.’

¿Cómo conservan los huevos ?

«Se debe patrullar la playa Cuevita, en la noche y en la madrugada, en busca de huellas de tortugas para recolectar sus huevos. Luego, se identifica el nido y el tipo de tortuga; se cava en la arena y se van sacando uno a uno. A veces, los voluntarios tienen la suerte de ver a las tortugas dando a luz, desde que cavan hasta que tapan su nido.

Luego, se deben cavar huecos para allí sembrar los huevos. Esto permite que las tortugas nazcan sin riesgos y ayuda a mitigar las pérdidas de muchas en esa primera fase de sus vidas.

Al día siguiente, si los nidos que recolectaron en días pasados están naciendo, se realiza la respectiva liberación, buscando las mejores condiciones climáticas para llevarlas al mar.

Cada vez que llega un voluntario o turista a visitar la zona y participar en la actividad, Orfiria, o Mamá Orbe como se le conoce, no duda en dar cátedra ambiental y recordar la importancia de la vida marina, así como crear conciencia para evitar esas acciones humanas que están dañando el planeta.

Definitivamente, es una necesaria labor que aporta al medio ambiente.