Amaranto, el pueblito colombiano donde el amor florece «entre primos»

Desde hace más de 50 años la tradición en este pueblo es «enamorarse entre primos».

Noticias Colombia.

«No había nada que hacer…nos enamoramos», esto dijo una pareja de primos-hermanos que contrajo matrimonio hace 50 años en una humilde vereda llamada Amaranto del municipio de Ciudad Bolívar, Antioquia.

El pueblo tiene tan solo 200 habitantes y allí, todos son parientes. Amaranto es una zona con un clima templado ya que se sitúa  amás de 1.400 metros por encima del nivel del mar.

La primera pareja que procreó está conformada por Luis Aníbal Vanegas Galeano y Alba del Jesús Galeano Henao, quienes al igual que el resto de su descendencia «solo se enamoran entre primos».

De ahí para dealnte, todos sus descendientes han tenido amoríos y fruto de sus romances han nacido nuevas generaciones.

Aunque cabe anotar que esta particularidad de enamorarse tuvo sus tropiezos en sus comienzos, ya que la mujer que hoy cuenta con 85 años de edad, recuerda que para casarse tuvieron que pedirle permiso al Obispo de Jericó, además de «pagar» una penitencia de 50 padrenuestros, 20 rosarios y 6 confesiones.

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#Internacionales | En medio de una tupida vegetación, en un cañón olvidado cuyo único acceso es un estrecho camino de barro y piedras, viven casi 200 personas de una sola familia que se han casado y reproducido entre sí. https://t.co/uOYzDaOwrF

— La Prensa Gráfica (@prensagrafica) October 27, 2021

A pesar de que muchas personas estuvieron en contra de su casamiento, sobre todo la iglesia, la pareja tuvo 11 hijos, todos sanos y sin síndormes o malformaciones como se acostumbra a pensar en uniones entre primos.

Misma suerte no Orlando y Hernán Galeano (que también se casaron con dos primas) ya que sus hijos, uno nació con un dedo más en el pie y en la mano y otro seis (los de Hernán) con problemas de aprendizaje.

No obstante, esto no ha sido impedimento ni temor para que en las nuevas generaciones de primos procreen.

Unos dicen que el gusto por sus primas radica en que las mujeres de Amaranto «son muy lindas». Ademas, aseguran que al quedar todo en familia no existen problemas de envidia ni de ningún otro tipo familiar.

Otro punto a su favor es que al vivir muy cerca, pasan mucho tiempo juntos y es allí cuando puede florecer el amor. El otro factor, casi que natural, radica en que los pobladores de esta vereda sienten que el hecho de enamorarse de sus primos es inculcado por sus ancestros, algo que les corre por las venas, incluso, aseguran.

Foto de portada: alcaldiadeamarantociudadbolivar

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