El temor a las eventuales vías de hecho que se pueden registrar en determinadas carreteras del norte del departamento de Nariño y del sur del Cauca por cuenta del Paro Nacional impide a ciertos transportadores de papa la movilización de ese alimento básico de la canasta familiar desde el municipio de Pasto a otras capitales del interior de Colombia.
Por ese factor dirigentes gremiales precisan que desde hace 3 semanas alrededor de 1.000 toneladas del tubérculo están represadas en las bodegas del principal centro de abastos de la ciudad.
Así lo manifestó ayer a DIARIO DEL SUR el presidente de la Asociación de Pequeños Comerciantes de la plaza de mercado El Potrerillo Sérbulo Morillo, tras argumentar que los conductores de camiones no se atreven a llevar ese alimento hasta las ciudades de Popayán, Cali, Bogotá, Pereira y Medellín por los riesgos que pueden encontrar en las vías nacionales donde aún permanecen algunos grupos de manifestantes.
“Por ese factor, desde la segunda quincena del mes anterior cuando se habilitaron los denominados corredores humanitarios continúan represadas cargas de papa de las variedades roja, capira y parda entre otras procedentes de los municipios de Guachucal, Cumbal, Aldana y Túquerres”, destacó.
Además dijo que la abundancia de ese alimento redujo en un 50% el precio del bulto de papa al explicar que hasta la primera quincena de mayo la clientela pagaba hasta $80.000 y que ahora lo pueden obtener por $40.000. “Aunque el precio es razonable la inactividad comercial tiene de brazos cruzados a por lo menos 900 pequeños, medianos y grandes comerciantes de papa”, dijo.
Bajas ventas
A pesar de que ese alimento básico de la canasta familiar está al alcance de todos los hogares de la ciudad de Pasto, los comerciantes Omaira Rosero, Adolfo Fuenagán, Fernando Belalcázar y Aida Guerrero manifestaron que las ventas de ese producto no son las mejores. “Ese fenómeno se presenta por la recesión económica provocada por la pandemia del Covid-19 y el Paro Nacional. Muchas personas perdieron su empleo y las pocas que aún laboran disponen de recursos económicos que escasamente les alcanza para satisfacer las necesidades básicas del día”, indicaron.
Además subrayaron que los vendedores informales también inciden en las bajas actividades comerciales que se desarrollan en la plaza de mercado El Potrerillo.