Las ventas de los comerciantes callejeros afectan a los pequeños distribuidores de un centro de abastos del suroriente de la ciudad de Pasto.
El comerciante de verduras de la plaza de mercado de El Tejar, Fernando Flórez, argumentó que los más de 1.200 pequeños vendedores organizados están en la ruina por las millonarias pérdidas que mensualmente les generan los trabajadores informales.
“No es justo que mientras por local pagamos impuestos mensuales que ascienden a los $18.000, otros nos quiten la clientela y aparte de eso ofrezcan a las amas de casa alimentos de mala calidad”, dijo.
Señaló que ese es un problema de nunca acabar, debido a que por más medidas que toman las autoridades para contrarrestarlo toma fuerza.
“Es hora de que las autoridades se hagan sentir e impongan el orden, debido a que las calles y andenes suelen estar invadidos de carros y carretas de tracción humana”, afirmó.