Más de 80 familias que en el oriente del municipio de Pasto obtienen el sustento a partir de la gastronomía tradicional pusieron en marcha una serie de estrategias para reactivar la economía la cual se ha visto afectada por la pandemia.
Célimo Botina y Jairo Botina quienes en el corregimiento de Cabrera se dedican a la preparación y venta de platos tradicionales, señalaron que la reapertura de los asaderos y restaurantes es una nueva oportunidad que les da la vida para seguir luchando por sus allegados.
Destacaron que en cada uno de esos lugares, se mantienen estrictos controles de bioseguridad. “Al ingresar a cada comensal se le mide la temperatura corporal y luego procede a la zona de desinfección que generalmente está ubicada a la entrada de cada establecimiento comercial” dijeron.
Aprovechando los frutos que se dan en las parcelas del corregimiento de Cabrera, dos jóvenes emprendedoras se dedican a la elaboración y venta de dulces naturales. En su proyecto La casita de los dulces no solo se dedican a la elaboración de dulces tradicionales, sino también de postres, mango con crema y salpicón, entre otros.
“Si bien es cierto retomar las actividades gastronómicas han sido difíciles por la crítica situación económica en la que se encuentra el municipio de Pasto por la pandemia del Covid-19, en el corregimiento de Cabrera nos continuamos esforzando por sacar a flote nuestros negocios”, dijo el líder comunitario Jairo Fernando Cuasialpud.
Aislamiento.
Recordó que los cinco meses continuos de aislamiento total afectó considerablemente al sector gastronómico del corregimiento de Cabrera y que en este aislamiento selectivo buscan el fortalecimiento económico y productivo del sector.
El dirigente gremial sostuvo que reabrir las puertas de dichos establecimientos comerciales es un reto y para ello sostuvo que hacen ingentes esfuerzos. “En este 2021 conservamos la esperanza de que todo volverá a la normalidad para continuar contribuyendo con la generación de nuevas fuentes de trabajo”, dijo.
