Pese a las medidas de seguridad implementadas por las autoridades para frenar a la delincuencia y garantizar la seguridad ciudadana, los hechos delictivos no dan tregua en la ciudad de Pasto.
En el más reciente hurto, la víctima fue el sacristán de la parroquia de la Virgen de Fátima. “Mi motocicleta color gris con azul, de 115 centímetros cúbicos, marca Suzuki Viva, de placa CKI 65B, desapareció el anterior puente festivo cuando me disponía a abrir la puerta principal del templo. Los hechos sucedieron el 29 de mayo a las 4:00 de la tarde en el atrio, lugar donde siempre solía estacionar mi moto mientras daba inicio a mis diarias labores”, expresó el sacristán Carlos Guerrero.
Además dijo que el 9 de este mes otra moto fue hurtada en el mismo lugar.
“Ese vehículo al igual que el mío solía permanecer estacionado en el atrio durante el tiempo que duraban los oficios religiosos, sin embargo de un momento a otro se registraron esos hechos”, dijo.
“La segunda moto que se hurtaron al igual que la mía estaba con el seguro sin embargo los ladrones se las llevaron. La otra motocicleta pertenecía a un laico que hace parte del grupo religioso Amor Mariano”, explicó tras agregar que esos ilícitos actos ya los pusieron en conocimiento de las autoridades competentes.