Hermana de Emperatriz Linares pide justicia por el asesinato de sus familiares

Michel Linares asegura que ‘El Chocoano’ la habría matado porque lo quería dejar.

Han pasado 9 días del aberrante hallazgo de los cuerpos sin vida de Emperatriz Itachi Linares Fernández y sus dos hijos de 6 y 11 años en la invasión Altos de Bahía Concha.

Michel Linares, hermana de la femenina de nacionalidad venezolana, en entrevista con la mesa de trabajo del programa matutino de SMAD Radio Web exigió justicia y celeridad en el caso por el asesinato de sus familiares.

“Realmente no tenemos respuestas concretas de las autoridades, lo que me han dicho es que el caso está avanzando y lo tienen en zona discreta para que la sociedad no se altere”, manifestó Linares en medio del dolor que la embarga.

Cabe recordar que, Luis Emiro Cuesta Abadía, alias ‘El Chocoano’, se entregó a la Policía Nacional y fue llevado en un helicóptero hasta el municipio de Apartadó, Antioquia, y fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, la mujer señaló no saber de su paradero.

“No sabemos dónde está, en cuanto a las razones las desconocemos, lo que nos dicen es ella se quería separar de Luis Emiro y él no quería abandonarla. Quería quedarse con ella”, agregó Linares.

Además, la femenina explicó cuáles fueron los motivos por los cuales los cuerpos de los menores no fueron repatriados hasta Venezuela, luego de que el padre de los pequeños a través de un video solicitó que los pequeños fueran sepultados en su ciudad natal.

“Cuando entré mi sobrina estaba en el piso con la cara llena de sangre”: hermana de Emperatriz

“Con el papá del niño no tengo comunicación solamente el día de la lamentable noticia que le informé, los cuerpos no los mandamos para Venezuela, no porque yo quise. Si no porque estaban en un avanzado estado de descomposición y el tema de repatriar cuerpos vale mucha plata y tiempo”, puntualizó Michel.

Aunque, la vivienda donde ocurrió el triple crimen fue destruida con el fin de no vivir con el amargo recuerdo, su hermana Michel Linares y sus familiares tomaron la decisión de empacar sus maletas, dejar sus empleos y sueños construidos en Santa Marta e iniciar una nueva vida en otra ciudad.