Un total de $1.715 millones repartió la firma asegurada de la camioneta que conducía el empresario a las familias de las víctimas.
“Ningún padre queda satisfecho con dinero a cambio de que se le haya muerto un hijo”: esta frese expresada por el abogado Rodrigo Martínez, es sin duda el sentir de las seis familias de Gaira que la madrugada del 13 de septiembre del 2021 perdieron a uno o varios de sus seres queridos en un trágico accidente de tránsito.
En el hecho se vio involucrado el empresario Enrique Vives Caballero, quien conducía la camioneta que arrolló a los seis jóvenes que murieron y a un menor de edad que quedó con vida.
Cuando suceden este tipo de casos, siempre hay un punto álgido que, aunque no acabará con el dolor y mucho menos retornará a la vida a los que murieron, se convierte dentro del suceso en el mejor acuerdo al que se puede llegar.
La indemnización que debió pagar Enrique Vives a través de su aseguradora mantuvo toda la atención de la ciudadanía, por lo que conllevó la acción de recibirle por parte de las familias de las víctimas.
Este proceso avanzó de forma rápida, pues las partes involucradas accedieron a cumplir las exigencias y trámites que les puso la aseguradora de la camioneta involucrada en el siniestro.
Durante la negociación hubo mucho hermetismo por parte de las familias. Lo único que reveló la Fiscalía, fue que entre todos los afectados incluyendo al menor que quedó vida, se repartió un monto de $1.715 millones.
Rodrigo Martínez, uno de los juristas de las familias aseguró que “fue un proceso que se dio con la compañía aseguradora, fue individual, cada uno de los abogados compareció con su representado ante la compañía y negoció en forma independiente. Este acuerdo se hizo con unas cláusulas de reservas, donde cada abogado se comprometió a no revelar lo que se había recibido”.
Sobre los detalles del proceso, el abogado Martínez contó que hubo gestión por parte de Vives Caballero ante la aseguradora y esto hizo que todo fluyera más rápido, “de no haber sido por eso, no creo que se hubiese podido lograr un acuerdo así de eficaz y rápido”.
Agregó “pocas veces he visto en mi carrera que haya habido ofrecimientos tan serios y acuerdos tan rápidos, por un hecho tan cuantioso y tan grave. La póliza de seguro de responsabilidad contra actual, era cuantiosa y esto también permitió que se llegará a estos acuerdos”.
Lo cierto es que la indemnización fue un arma de doble filo para los afectados, pues para poder desembolsar la reparación económica a cada familia, se convirtió en una exigencia que firmaran una documentación en la que aceptaron que a Vives Caballero le modificaran la conducta procesal de dolo eventual por la de homicidio culposo, lo cual, lo benefició con una amplia rebaja de pena.
Esta condición, sin duda causó inconformidad en padres, hijos y hermanos, pero finalmente todos accedieron a llegar a un acuerdo para recibir el recurso que les ofrecieron ajustado al perfil y características del fallecido.
Este trámite fue trascendental para que se avanzara a favor del empresario implicado, quien finalmente logró resolver su situación judicial antes de un año de haber ocurrido el accidente.
El abogado Rodrigo Martínez, manifestó que, si el proceso hubiese terminado en juicio, lo más seguro es que sería ganado por Enrique Vives Caballero.
Lo anterior debido a las estrategias que usó su defensa para dilatar su judicialización en una etapa inicial y los errores de las autoridades que atendieron el caso.
“Al conductor no le practicaron en los tiempos correctos la prueba de sangre por parte de Medicina Legal, para establecer que estaba bajo los efectos del alcohol así que no había un soporte técnico legal para demostrar su estado de embriaguez”, detalló Martínez.
El abogado, acotó que, a raíz de esto, el ente acusador que delegó a uno de sus mejores fiscales en la ciudad de Bogotá, cómo un mecanismo desesperado planteó un preacuerdo a Vives Caballero para que aceptara su responsabilidad, pidiera perdón a las víctimas y respondiera por con una condena mínima en su lugar de residencia.
El empresario aceptó la propuesta. En dicho acuerdo quedó establecido que la condena sería de siete años y seis meses para Enrique Vives Caballero, quien también se encuentra tramitando una solicitud para obtener una libertad condicional que le permita salir y volver a trabajar en sus empresas.
En varias declaraciones entregadas a los medios de comunicación, los familiares de las víctimas han mostrado su indignación, denunciando que desde un principio se favoreció al empresario por su posición económica.
“Queda demostrado que en este país no gana la justicia sino el dinero. Ya prácticamente aquí quedó todo definido, y Enrique Vives muy pronto estará de regreso a la calle, sin ni siquiera haber pagado nada, porque incluso el dinero que se le dio a los familiares de los fallecidos lo entregó fue una aseguradora”, manifestó Alex de Lima, padre de Laura de Lima, una de las seis fallecidas.
Por su parte, Lorenzo Romero quien perdió a dos hijos en esta tragedia expresó que “aunque la justicia terrenal lo está favoreciendo, hay una de la que no se salva nadie y es la justicia divina, él tendrá que rendir cuentas, de eso no lo salva nadie”.
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