Cocaína líquida disuelta en combustible, nueva manera para sacar droga en veleros

La organización operaba desde Cartagena, dos capturados.

La creatividad de los narcotraficantes para sacar sus productos ilegales del país no deja de sorprender, ahora se inventaron una nueva maniobra: cocaína líquida disuelta en combustible, la cual fue puesta al descubierto por la Policía en asocio de la Fiscalía General de la Nación.

Pero la cosa no se queda ahí, la estrategia seguía con la utilización de veleros para actividades deportivas, turísticas y recreativas, en los que transportaban los bidones de combustible contaminados con la cocaína líquida.

“Las evidencias dan cuenta de que la organización criminal camuflaba la sustancia estupefaciente en los galones de los hidrocarburos utilizados por las embarcaciones”, declaró María Elena Monsalve, directora especializada contra narcotráfico de la Fiscalía.

La banda operaba desde Cartagena y otras ciudades de la Costa Atlántica hacia países de Centroamérica y Estados Unidos, reportó también el organismo investigador.

En la operación fueron capturados dos hombres a quienes se les identificó como Eloy Fernando Castro Patiño, alias ‘Cachaco’.

Este sería el encargado del transporte marítimo de la cocaína y de negociar los veleros deportivos.

El otro responde al nombre de Alfredo José Julio Julio, alias ‘El Gordo’, presunto responsable de la logística, encargado del suministro de combustible para el transporte del alcaloide.

Los operativos de captura se dieron en Bogotá y Cartagena.

De acuerdo con la investigación de la Fiscalía estos dos individuos habrían participado en el envío en el 2019 de 27 kilos de cocaína desde Manaure (La Guajira), que incautaron las autoridades en un procedimiento de interdicción marítima.

Eloy Fernando Castro Patiño, alias ‘Cachaco’, y Alfredo José Julio Julio, alias ‘El Gordo’, fueron presentados ante un juez de control de garantías, y un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico les imputó el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado.

Los procesados no aceptaron los cargos, pero recibieron medidas de aseguramiento que cumplen en un centro carcelario.