Fue asesinado a machete el día anterior.
Alirio Bohórquez Vásquez era licenciado en ciencias naturales, pero hace 8 años dejó de ejercer esa profesión.
El hombre, de 43 años, laboraba en colegios privados y al tener una buena remuneración salarial, decidió retirarse hacer un curso de vigilancia y empezar a ganarse la vida como vigilante.
Según cuenta su familia, empezó a laborar como vigilante en un colegio y luego la empresa de seguridad lo trasladó hace 8 meses a cuidar un conjunto residencial abandonado en el barrio Campo Alegre.
Alirio el domingo en la noche salió de su casa, en el barrio Ciudadela Metropolitana de Soledad, para laborar en su turno nocturno en ese conjunto residencial.
Llegó en su moto y despidió al compañero que estuvo de turno todo el día.
Al amanecer del lunes Alirio apareció muerto. El otro compañero que llegó en la mañana para hacerle el relevo lo encontró con heridas a machete en medio de un charco de sangre.
«Creemos que fue para robarle porque no aparece su moto, ni su celular ni su cartera», contó una hermana este martes en Medicina Legal.
La familia solo espera que la muerte de Alirio no quede impune y las autoridades den con el paradero de los responsables de su crimen.
Alirio era barranquillero, no dejó hijos y era el menor de once hermanos.
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