Lo que gana un vendedor ambulante en Transmilenio, ¿Le alcanza para vivir sabroso?

Las ventas en Transmilenio han subido y es usual que por cada estación se suban hasta tres personas a ofrecer productos.

Según el Dane en su último informe, para marzo de 2023 la tasa nacional de desempleo en Colombia fue del 10%. Se trata de un descenso en comparación con el mismo periodo del 2022, cuando la cifra se ubicó en 12,1 por ciento. 

Sin embargo, en Bogotá la situación de desempleo es un panorama de la realidad del país. Pues a diario se ven personas en puentes pidiendo ayuda, vendedores, ambulantes, tanto en la calle como en Transmilenio.  

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La informalidad en el trabajo es una constante, puesto que no se encuentran oportunidades para todos. Por ello, las personas procedentes de varias partes del país e incluso de Venezuela se “rebuscan” el diario vendiendo comidas rápidas, mecato, libros, audífonos, cargadores y accesorios para mujer y otros.  

Este tipo de ventas se ha expandido tanto en el espacio público como en estaciones de Transmilenio y en los mismos buses de servicio público. Pues son los puntos dónde más hay más clientes.  

Por eso, a diario, una de las cosas más cotidianas es escuchar a vendedores ambulantes saludar en Transmilenio con la frase típica, “Qué lindo es saludar y ser saludado”, esto acompañado de sus productos.  

La pregunta en estos casos es si, vender en Transmilenio genera un buen porcentaje de ganancias, pues a diario se necesitan alrededor de $ 40.000 para un paga diario y comida.  

Por eso, en Alerta Bogotá le contamos cuánto se puede llegar a ganar una persona que se sube a Transmilenio. Para ello, se recolecta la experiencia de los vendedores que expusieron el tema a través de YouTube.  

Una de las personas que realizó el experimento social de ventas en el transporte público fue el youtuber ‘El Cristián González’ quien señaló que es muy difícil subir y subir a diferentes articulados, saludar y ser ignorado, pero todo es cuestión de actitud, de tener una buena presentación personal, y de ofrecer una venta variada de productos. 

El joven saludó a los usuarios de un articulado, rápidamente indicó que vendía dulces big ben, sopa de letras, maní con sal de dulce y audifonos. En su primer intento vendió alrededor de $ 1.300.  

Así, poco a poco, el joven reunió para un almuerzo de $ 7.500. Luego de esto, Cristián quería “rebuscársela” en la calle y el SITP. 

Sin embargo, la experiencia en estos dos puntos no fue tan amena como en Transmilenio, pues en el SITP era más difícil subirse, y en la calle las personas en su afán y desconfianza no le ponían cuidado. Por eso, volvió a las estaciones.   

“Hay que madrugar […] ya en la tarde, en hora pico, es imposible vender. Tendríamos que esperar hasta las 9:00 de la noche; porque tipo 5,6,7 de la noche no hay trabajo, hay mucha gente y no se puede ofrecer”, expresó el youtuber.  

Luego de trabajar, el joven y su amigo encontraron una habitación de $ 20.000 para los dos, esta tenía un televisor, una cama, mesa, papel higiénico, jabón, toalla y baño privado.  

“Los dulces nos beneficiaron muchísimo, no le pusimos precio y la gente nos daba dos mil y tres mil pesos por cinco dulces. Las sopas de letra se vendieron; nos quedaron solo cinco; las vendíamos a $ 1.000; los manís, también los vendimos. Lo que no ofrecimos ni vendimos tanto fueron audífonos”.

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En total, el joven dijo que le quedaron $ 12.000 fuera del almuerzo y la pieza. “Con esto tendríamos que comer […] arepa con chorizo 3.500 y el resto para los dulces mañana”. 

Así, en total, el joven reunió $ 39.500, con lo que se logra subsistir en un día. Y en un mes, significan $ 1.185.000. Cabe destacar que hay personas que deben trabajar más horas porque estas ganancias le ayudan a subsistir a una persona, máximo dos.  

A pesar de este dato, hay personas que dicen que por trabajar desde la mañana, darse unos pequeños descansos y volver en la noche, pueden hacer más de $ 60.000 vendiendo en Transmilenio. 

Sin embargo, la realidad es que hay muchos vendedores ambulantes y en algunas ocasiones se crean «roses» entre ellos y esto dificulta la estabilidad de las ventas. 

«El día malo, uno se puede hacer $ 30.000 o $ 40.000; pero hay días, como sábados, que me puedo hacer $ 150.000. Es decir que es mejor que estar trabajando por un sueldo mínimo y puede pasar que un día recompense el otro», dijo una venezolana entrevistada por Indagando Ando.