Dos pillos se treparon a robar en bus SITP, uno terminó herido y el otro agarrado por la policía

El hurto del par de ‘bellezas’ se presentó en Kennedy, pero tras una persecución con balacera incluida, pero terminó en Puente Aranda.

Dos sujetos que se treparon a robar dentro de un bus del Sistema Integrado de Transporte Público en un importante corredor vial del sur occidente de la capital del país, fueron atrapados por agentes del orden, luego de una persecución y balacera, en las horas de la noche del pasado lunes 28 de febrero de este año 2022. 

El coronel Rubén Gaitán, oficial de inspección y vigilancia de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog) dijo en la emisora La Cariñosa 610 AM que el par de ‘joyas’ colombianas, con armas de fuego, ingresaron a ese SITP de color azul en un paradero de la Avenida Boyacá con la Calle 37 Sur, inmediaciones al barrio Carvajal de la localidad de Kennedy, para intimidar al conductor y pasajeros con armas de fuego. 

Tras tener el botín en sus manos, entre ellos varios teléfonos celulares, se bajaron de la ‘nave’ y cruzaron la Boyacá para subirse a una moto de alto cilindraje. 

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En ese momento, un cuadrante policial que patrullaba por la zona, detectó el asalto tras el escándalo de los afectados y al tratar de abordar a los malosos, fueron recibidos a ‘plomo’. 

El coronel Gaitán manifestó en el noticiero Alerta Bogotá que los antisociales emprendieron la fuga en ese bólido y fueron alcanzados en la Avenida Primero de Mayo a la altura de la Carrera 50, por el sector de Carabelas, sitio en el cual, uno de los cacos resultó impactado por un proyectil accionado desde una de las armas de los patrulleros. 

Los dos malandros fueron atrapados y mientras uno era conducido, esposado dentro de una patrulla a la Unidad de Reacción Inmediata URI de la localidad de Puente Aranda, el otro fue remitido dentro de una ambulancia a las instalaciones de un hospital cercano, en donde es atendido por médicos de turno, bajo custodia policial. 

Los aparatos electrónicos les fueron devueltos a sus propietarios, luego del susto ‘tan bravo’ que padecieron.