Conductores felices: Vía Bogotá-Mondoñedo vuelve a la normalidad

Los bomberos de Cundinamarca y la Fuerza Aérea Colombiana trabajan en la liquidación de otras conflagraciones.

Después de varias horas de arduas labores, los bomberos de Cundinamarca, en colaboración con la Fuerza Aérea Colombiana, lograron controlar en un 90% el incendio forestal que afectó el municipio de Bojacá y que se propagó hasta Mosquera.

Las llamas generaron preocupación en la región, afectando a algunos habitantes y bomberos que inhalaron humo. La vía Bogotá – Mondoñedo, que había sido cerrada por la emergencia, fue habilitada nuevamente el viernes en la noche.

La Fuerza Aérea Colombiana informó que, tras tres días de trabajo conjunto, se han realizado 70 descargas con helicópteros UH-60, utilizando un total de 31,691 galones de agua y líquido retardante. Desde las primeras horas de este sábado, los helicópteros continuaron apoyando la extinción del fuego, realizando 35 descargas adicionales que suman más de 12,200 galones de líquido.

El capitán Álvaro Farfán, delegado departamental de bomberos de Cundinamarca, señaló que actualmente se encuentra en curso una fase de contención del incendio.

Este afecta principalmente las jurisdicciones de Mosquera y Oaxaca, donde se están movilizando aproximadamente 120 hombres de diversas instituciones, incluyendo Bomberos, Policía Nacional, Ejército, Defensa Civil, Cruz Roja, y administraciones municipales. Farfán destacó la colaboración entre estas entidades para hacer frente a la emergencia.

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El capitán también mencionó que, para este sábado, se cuenta con el apoyo de tres aeronaves que realizan descargas en puntos críticos, lo que ha sido fundamental para contener el avance del incendio. Se espera que, con estos esfuerzos, se logre un control total en las próximas horas.

Mientras tanto, los equipos de bomberos continúan trabajando en otras conflagraciones en el departamento, con el objetivo de mitigar cualquier afectación adicional.

Las autoridades pidieron a la comunidad a mantener la precaución y a evitar cualquier actividad que pueda reavivar las llamas, recordando la importancia de la conservación de los ecosistemas en la región.