Este alcohol genera una falla rápida en el hígado, el comercio de este tipo de bebida ha causado varias muertes.
Un reciente estudio realizado por la médica forense Jennifer Cárdenas, especialista en Medicina Forense de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), ha puesto en evidencia un incremento de casos de intoxicación en Bogotá relacionados con el consumo de alcohol metílico.
En entrevista con RADIO RED de RCN, la médica informó que entre noviembre de 2022 y enero de 2023, se registraron 42 muertes atribuidas a esta sustancia, según los datos proporcionados por la investigación.
Según la médica, el alcohol metílico, también conocido como metanol, es un alcohol industrial con usos limitados a aplicaciones en motores, fotocopiadoras y perfumería. Aunque su aspecto es similar al del alcohol etílico, que se usa en bebidas alcohólicas, el metanol es altamente tóxico para los seres humanos.
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La similitud en el olor entre ambos tipos de alcohol puede llevar a confusiones peligrosas, especialmente cuando el metanol se utiliza para adulterar bebidas alcohólicas.
La investigación de Cárdenas reveló que la edad promedio de las víctimas fue de 54 años y que la mayoría de ellas no superaba el nivel de escolaridad de bachillerato. El perfil demográfico de los fallecidos indicó que eran principalmente trabajadores informales, tales como vendedores ambulantes, comerciantes o personas dedicadas al cuidado del hogar.
Las localidades más afectadas en Bogotá fueron Santa Fe y San Cristóbal, zonas con una alta concentración de población de bajos ingresos económicos.
El consumo de alcohol metílico genera inicialmente una sensación de borrachera similar a la del alcohol etílico, pero rápidamente lleva a una falla en el hígado para procesar la sustancia, lo que provoca una acumulación de toxinas. Esto resulta en una destrucción masiva de tejidos, incluyendo riñones y ojos, y puede llevar a la muerte en un corto período.
Cárdenas subrayó que una persona común es muy poco probable que pueda identificar si una bebida contiene metanol, ya que no existe un método sencillo para distinguirlo del alcohol etílico sin equipo especializado.
Por ello, la recomendación principal de la doctora es adquirir bebidas alcohólicas solo en establecimientos confiables y evitar las promociones sospechosas que ofrecen licores a precios muy bajos. La investigación también destacó la necesidad de que los consumidores se mantengan alerta ante posibles adulteraciones y verifiquen las etiquetas de los productos.
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En respuesta a la alarma generada por estos hallazgos, las autoridades y expertos en salud pública están instando a los ciudadanos a evitar el consumo de alcohol en lugares no verificados y a denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con la venta de bebidas adulteradas.
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