Realizaron millonario hurto y cayeron por armar tremenda rumba en un hotel de Ibagué

Al menos 8 delincuentes llegaron en la madrugada a una finca de Gualanday, amenazaron y amordazaron a los habitantes y se llevaron un millonario botín en monedas, armas y joyas de colección.

Un millonario hurto se registró en la madrugada de este domingo en una finca de Gualanday, donde al menos 8 delincuentes habrían ingresado a la vivienda, amenazaron y amordazaron a sus habitantes y procedieron a efectuar el robo de curiosos y valiosos bienes.

Según relatan los testigos, en el lugar se encontraban la mamá del propietario y una de sus empleadas.

Entre los objetos hurtados estaban armas antiguas y monedas de colección, además de 13 relojes de alta gamma y varios elementos de bisutería fina.

Luego de cometer el hurto, los delincuentes huyeron del lugar y se trasladaron hacía Ibagué, para alojarse en un hotel ubicado en la Carrera 1 # 15-67, donde armaron tremenda rumba para celebrar su crimen.

Con lo que no contaban, era que el administrador del hotel sintiera el olor de alucinógenos y decidiera llamar a la Policía para que le ayudaran a desalojar a los incomodos huéspedes.

Al percatarse del llamado a las autoridades, los delincuentes salieron corriendo y huyeron en su vehículo. Una situación que llamó la atención de los uniformados que empezaron a hacerles seguimiento a través de las cámaras de seguridad y gracias a un plan candado, lograron cerrarles el paso y los registraron.

En el vehículo encontraron dinero en efectivo, armas, y los elementos de colección que habían hurtado horas antes de la finca en Gualanday que, debido a su antigüedad, sumarían una millonaria cifra.

Como estas personas no pudieron explicar la procedencia de estos elementos, las autoridades procedieron a leerles sus derechos y capturaron a los presuntos delincuentes, además de aprender a un menor de edad que los acompañaba, para dejarlos a disposición de las autoridades.

Las primeras hipótesis apuntan a que, los delincuentes habrían tenido ayuda de empleados de la finca, para ejecutar el hurto, ya que parecían tener claridad sobre los objetos que querían llevarse del lugar.