Más de 4.300 metros de cable eléctrico han sido robados en Pereira este año

La capital risaraldense ha sido víctima de diferentes incidentes como la suspensión del servicio e incendios subterráneos causados por esta modalidad de robo de cables eléctricos en la que quienes cometen este delito ingresan a los cárcamos violentando las tapas o haciendo peligrosas perforaciones para acceder a ellos.

El principal objetivo de estos robos es obtener el material cobre que se encuentra en el sistema de redes subterráneas para posteriormente venderlo pues este es un metal muy apetecido con un valor en el mercado que va en constante ascenso.

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Estos robos generan afectaciones no solamente a la ciudadanía con la suspensión del servicio sino también a la Empresa de Energía y empresas cableoperadoras de la ciudad. Juan Guillermo Gutiérrez, Gerente Técnico de la Empresa de Energía de Pereira describió los costos que representa esta situación y las cifras respecto al mismo periodo del año 2020.

«En esta misma época del 2020 nosotros teníamos unos 1.400 metros de cable hurtado en toda la ciudad, mientras que en lo que llevamos de este año ya vamos en más de 4.300 en hurto de cables. Este año tenemos alrededor de 180 millones en reposición de infraestructura eléctrica que hemos tenido que reponer», señaló Gutiérrez.

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Afortunadamente, además de los daños a las redes que pueden generar incendios al interior de los cárcamos y la suspensión del servicio, no hay otros riesgos de gravedad que se puedan generar con estos hurtos gracias a que los cárcamos están diseñados de forma que pueden albergar y contener este tipo de imprevistos.

Para la Empresa de Energía de Pereira, este exponencial aumento de robos de cableado eléctrico obedece a consecuencias de la pandemia y la libre circulación que llegó con la reapertura de la ciudad.