Gobernación de Risaralda garantiza alimentación para los más vulnerables

Pereira, agosto de 2024. El proyecto «A Comer» ha transformado la vida de miles de risaraldenses, asegurando que quienes más lo necesitan reciban un almuerzo caliente y nutritivo cada día.

Esta iniciativa reafirma el compromiso del Departamento de Risaralda con la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades más vulnerables del departamento.

«A Comer» es una propuesta que busca asegurar que cerca de 10 mil personas de escasos recursos puedan acceder a un almuerzo caliente, preparado con los estándares ideales de nutrición.

Desde su implementación, más de 80 puntos de distribución han sido establecidos, con la proyección de alcanzar los 124 puntos próximamente. Este esfuerzo se enmarca dentro de una política integral que promueve la autonomía alimentaria en el departamento.

La secretaria de Mujer, Familia y Desarrollo Social, Stephania Agudelo, destacó la importancia de este proyecto al mencionar que «El proyecto ‘A Comer’ es un testimonio del enfoque social de esta administración, que entiende la importancia de la alimentación como un pilar fundamental para el desarrollo y bienestar de nuestra población».

Estas palabras reflejan el espíritu de una iniciativa que busca no solo alimentar, sino también dignificar y empoderar a las comunidades más necesitadas.

Además de «A Comer», la Gobernación ha implementado acciones complementarias para fortalecer la seguridad alimentaria en Risaralda, tales como la entrega de 10 mil unidades de bienestarina en presentación líquida y 20 mil en polvo, así como la orientación y acompañamiento en 46 huertas caseras individuales y 19 comunitarias.

Estas iniciativas, junto con la creación del Consejo Departamental de Alimentación y Nutrición, marcan un avance significativo en la lucha por garantizar una alimentación sana y sostenible para todos los risaraldenses.

El proyecto «A Comer» es, sin duda, una muestra del compromiso del Gobernador Juan Diego Patiño con el bienestar de los más vulnerables y una prueba de que, con voluntad y liderazgo, es posible construir un Risaralda equitativa e incluyente.