CARDER inauguró obras en Dosquebradas por más de $4 mil millones

Según el último estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en el mundo, solo se recupera el 9% del total de plástico que se desecha cada año por el consumo humano y el tiempo que este material tarda en comenzar su proceso de biodegradación es de 100 años en adelante.

Juegos infantiles elaborados con plástico laminado, estufas eficientes, bibliotecas ecológicas, sistemas de tratamiento de aguas residuales, obras de estabilización y control del riesgo, fueron las principales acciones que adelantó la Corporación en el Alto del Nudo.

La Corporación Autónoma Regional de Risaralda – CARDER, en una alianza estratégica con la administración municipal de Dosquebradas, llevó a cabo importantes obras en materia ambiental y con alto grado de impacto a nivel social, económico y en la salud de los biquebradenses.

Es así como fueron inaugurados y entregados oficialmente 4 de los 11 juegos infantiles que serán instalados en instituciones educativas principalmente del área rural de Dosquebradas, dándole un nuevo uso a los empaques de plástico, al tiempo que se concientiza a la comunidad sobre la importancia del reciclaje.

“En el mundo se desechan 350 millones de toneladas de plástico por año, en Colombia la cifra asciende a más del millón de toneladas al año, al relleno sanitario de Pereira entran alrededor de 100 toneladas cada 24 horas, es así como sin ser conscientes de ello, estamos contaminando nuestro planeta de una forma devastadora. Por esto, programas de recomposición de estos materiales como el que adelantamos con la empresa Infrapol y Másbosques al construir estos parques que no solo son resistentes, sino funcionales y bellos, son el camino hacia una economía circular y sostenibilidad ambiental”. Aseguró el director de la CARDER Julio César Gómez.

Según el último estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en el mundo, solo se recupera el 9% del total de plástico que se desecha cada año por el consumo humano y el tiempo que este material tarda en comenzar su proceso de biodegradación es de 100 años en adelante.

Con estas obras entregadas a la comunidad, se espera no solo generar un impacto desde la esfera ambiental, sino también lograr impactar de forma positiva la calidad de la educación, recreación, salud y ámbito social de la comunidad.