Brujería en la política

A pocos días de las elecciones para el Congreso de la República, el nerviosismo se apodera de los casi 3000 candidatos que aspiran a una curul de los 280 cupos. Muchos candidatos afrontan casos de estrés, diarrea y ansiedad lunática. Sueñan que los prestamistas los persiguen y de noche le jalan sus pies. Otros, visitan psiquiatras y muchos están acudiendo a brujos, espiritistas y chamanes en busca de orientación y consejos en este panorama oscuro de unas elecciones peligrosas.

En mi pueblo, Macondo, varios centros esotéricos atienden a candidatos aturdidos, con brebajes para limpiar su cuerpo, ahuyentar enemigos políticos y “mochileros” que se quedan con parte del dinero del elector. La fórmula mágica son esencias y hierbas: abre caminos, destrancadera, suerte rápida, atrayente, don juan del dinero, llamadera, buena suerte y sándalo, entre otros. Las iglesias cristianas y otros centros de distintas religiones permanecen llenas de fieles atormentados en busca de una salvación rápida antes del 13 de marzo, para que no se los lleve el diablo.

Otros candidatos acuden a los “Mamos” de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Chemesquemena, en el resguardo indígena Kankuamo, arriba de Valledupar, o al indio Zarabanda, en el raudal de Yuruparí, del rio Vaupés, en busca de orientación sicológica y de protección emocional o de prácticas sanas de brujería o rituales paranormales que protejan al personaje de unos pobres resultados electorales.

Estos recursos espirituales no son nuevos, tampoco es exclusivo de nuestra región, sino que ocurre con frecuencia en países avanzados. En Francia, Mitterrand, se asesoraba de la astróloga y modelo Isabel Teissier. En Alemania, Hitler, tenía de cabecera al astrólogo austríaco, Erik Hanussen, para aumentar su carisma. En Rusia, el monje Grigori Rasputín, era la mano de derecha de la familia real. En EE.UU, Ronald Reagan fue influenciado por la astróloga Joan Quigley, vidente de la Casa Blanca.

México es el centro de la brujería; celebran el día de la brujería y hasta un Congreso internacional de brujos. Allí, Presidentes y políticos importantes, como Vicente Fox, recibían consejos espirituales de estos brujos. Colombia no se queda por fuera de esta práctica. El Presidente Samper tenía a una bruja de Pereira y el ex fiscal Mario Iguarán tenía como asesor al mentalista Armando Martí.

Ojalá un brujo de estos no meta su mano en el software de la Registraduría para un peligroso fraude electoral.