El pasado lunes 22 de febrero en el municipio de Circasia, una mujer fue víctima de acoso sexual por parte de un hombre que se encontraba en las instalaciones del Cementerio Libre.
Siendo las 10 de la mañana, la mujer, cuyo nombre no escribiremos por su seguridad, sufrió acoso verbal, psicológico y carnal por parte de un hombre que la intimidó con arma blanca.
La mujer le relató al medio Quindío Noticias los hechos de ese día. Así sucedieron los hechos según la víctima:
¿Dónde ocurrió?
“En horas de la mañana ingresé al Cementerio Libre de Circasia con mi esposo. Él se quedó en la parte de afuera con el señor que se encarga de cuidar este lugar, así que me dirigí a la parte de atrás y empecé a hacer mis oraciones habituales de los lunes.
¿Cómo sucedió?
De un momento a otro sentí una presencia desde un costado, pero seguí en lo que estaba pensando e imaginé que no era nada, pero así no fue. Cuando terminé de orar iba a salir y vi nuevamente que alguien se resguardó, empecé a caminar hacia la salida, pero el tipo se me acercó y me cogió de la mano, en ese preciso momento yo grité, pero él me dijo que me quedara callada y continuó lastimándome. Yo le decía que no me hiciera daño, que tenía una niña, entonces me cogió el bolso y lo revisó. Lo único que tenía eran papeles y el celular. Él sacó el celular de mi bolso y lo tuvo en la mano, pero luego me lo entregó y me dijo que me iba a violar; yo le decía que no lo hiciera porque él tenía también familia y hermanas. Le rogué que no me hiciera nada… me volvió a callar.
Luego me empezó a estrujar y a pegar su cuerpo con el mío, yo le metía las piernas para que se alejara y lo empujaba, entonces me pegó un codazo en la frente, me pidió que me subiera en el muro y cómo yo le decía que no, se mandó la mano a la espalda y me dijo que me iba apuñalear . Me decía: ¿quién va a decir que soy yo si nadie me ha visto? yo la voy a violar, así que coopere.
Yo estaba muy angustiada pero él me volvió a insistir que me subiera al muro; le dije nuevamente que no. En ese momento anhelaba que mi esposo subiera y viera lo que estaba pasando, sentí la muerte muy cerca.
Desde lejos vi que mi esposo, después de un tiempo entró y le empecé a gritar: amor, amor. El tipo al ver a mi esposo se voló por el muro del cementerio, y aunque mi pareja trató de perseguirlo por el potrero ya era muy tarde porque no lo vimos más luego de eso.
Momentos posteriores al trágico hecho
Salí muy alterada del cementerio, grité y fui a contarle al señor que cuida, en ese momento pasaron unos conocidos y les conté lo que pasó, ellos corrieron a avisarle al cuadrante de la policía que estaba cerca, así que estos subieron al cementerio, pero ninguno me tomó indagatoria. Yo les conté rápidamente lo que había pasado, pero ellos me dijeron que ya sabían.
Las secuelas del lamentable momento
Esto me marcó totalmente, no puedo dormir, tengo pesadillas, me despierto sudando; realmente yo no puse el denuncio porque me dio miedo, él me dijo que me conocía y que si ponía el denuncio me mataba”, así concluyó el relato.
Sin duda, este tipo de acosos que se presentan a diario en todo el mundo deben ser informados para prevenir. Asimismo, invitamos a las mujeres a que estén atentas a cualquier señal de abuso.
Las líneas de atención de la Policía Nacional están habilitadas las 24 horas con el número 123; además las autoridades también cuentan con la Patrulla Púrpura recién inaugurada en el Quindio con el número de contacto 155.
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