Las dos caras de la comida rápida: las ventas informales crecen y “aumentan la competencia desleal”

La tendencia de consumo de los clientes en los restaurantes de Colombia evidencia un aumento en la demanda de la comida informal, pues más del 80 % de los establecimientos gastronómicos son informales lo que incrementa, según Guillermo Henrique Gómez, presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica -Acodrés, la competencia desleal.

“Mientras el formal tiene que recaudar impuestos, pagar seguridad social, responder por arriendo, servicios públicos, el informal no lo hace, esto le permite vender productos mucho más baratos y el formal no puede bajar los precios al nivel que lo tienen los informales”, señaló Gómez en su visita al Quindío.

Frente a lo anterior, el presidente de Acodrés enfatizó que esto ha hecho que el sector de la comida rápida se vea fuertemente golpeado este año, ya que las preparaciones tienden a ser más económicas.

“Se compite por precios y pues el formal que debe cumplir con las leyes y las regulaciones no tiene como hacerle frente a alguien que no las cumple y sale a vender sus productos”, añadió Guillermo.

El crecimiento de la informalidad llevó a 28 restaurantes -afiliados a Acodrés- en el mes de agosto a cerrar sus puertas, de los cuales 13 son de comidas rápidas, reflejando que por más intentos que haga el empresario para aguantar y sostener su negocio no lo pueda hacer.

En el país se ha visto de manera frecuente la apertura de nuevos establecimientos gastronómicos, generando preocupación en el gremio, ya que la competencia de “tanta informalidad” aumenta la demanda, provocando que los clientes se peleen entre ellos mismos y en el mercado se cree una “guerra de precios deteriorando la oferta gastronómica”, y canibalizan el gremio, concluyó Gómez.

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