Egresados Rufinistas 50 años después

Han pasado 50 años desde su graduación del bachillerato del colegio Rufino Centro, en Armenia, el 5 de diciembre de 1971, y los amigos de ese entonces siguen viéndose una o dos veces al año, no solo para fortalecer su relación, sino para afianzar ese gran recuerdo que los une de su juventud.

Hasta la fecha han realizado 20 encuentros presenciales en Armenia, Circasia, Salento, Génova y Santa Rosa de Cabal. La primera vez que decidieron desempolvarse de olvido y verse de nuevo las caras fue el 16 de octubre del año 2010. Cuando eso solo habían pasado 40 años que los sorprendieron y pasaron como un soplo del viento, y desde ese entonces no han dejado de compartir.

Y siguen unidos, a pesar de sus vidas realizadas, los hijos, nietos y muchas historias más, por medio de la tecnología, llámese correo electrónico, grupo de WhatsApp e incluso el año pasado marcado por la cuarentena, los llevó a que la reunión se hiciera de forma virtual por la plataforma Zoom, algo que a sus integrantes egresados rufinistas los hace sentirse únicos y ejemplares en su proyecto, porque 50 años si es mucho así el tango diga que 20 años no es nada.

En sus encuentros anuales estos amigos no solo comparten sus experiencias y se desatrasan de lo que viven actualmente, sino que llevan a cabo otras labores de siembra de árboles como el guayacán en los lugares de los encuentros y en el antiguo colegio Rufino U. Cuervo.

Una reforestación que es todo como un símbolo de que sus raíces de amistad perdurarán por muchos años más, aunque de los 126 que se graduaron, 29 ya hayan fallecido.

La cita para el reencuentro de oro en esta ocasión es hoy sábado en la urbanización El Cabrero. Allí 45 asistentes abrirán la temporada de fin de año, reirán, bailarán, recordarán y dejarán la constancia fotográfica así como de video para un registro que consideran histórico, y quieren prologarlo hasta donde la vida, la salud y la voluntad se los permita.

Por ahora el objetivo cercano es llegar a los 60 años de reencuentros y seguirse acordando de esos años cargados de nostalgia juvenil.

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