Deportes Quindío perdió ante Inter de Palmira, pero “Rubencho” insiste en el buen desempeño del equipo

El Deportes Quindío sumó una nueva derrota este lunes 16 de septiembre, tras caer 1-0 frente al Internacional de Palmira en el estadio Palmaseca, lo que pone en peligro su permanencia entre los ocho mejores del Torneo BetPlay. El único gol del partido fue obra de Carlos Andrés Franco, quien aprovechó un rebote en el área para marcar al minuto 58, dejando sin opciones al arquero Ramiro Sánchez.

Durante el encuentro, el Quindío mostró los mismos problemas que lo han acompañado toda la temporada: falta de ideas en ataque, poca creatividad y un pobre rendimiento ofensivo. Las pocas oportunidades creadas terminaron en remates lejanos que no representaron mayor peligro para el rival. La escuadra de Armenia lució desarticulada y sin respuestas ante un equipo vallecaucano que, con lo justo, logró quedarse con los tres puntos.

Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al encuentro, el técnico Rubén Darío Hernández sorprendió al señalar que, a su juicio, fue uno de los mejores partidos que el Quindío ha disputado este año. “No merecíamos perder. En todas las fases del juego fuimos superiores, tanto en la posesión como en las oportunidades”, comentó Hernández, defendiendo el desempeño de sus dirigidos.

Estas declaraciones generaron descontento en un sector de la afición, que no comparte la visión del entrenador. Muchos seguidores consideran que el equipo no mostró el nivel de superioridad que mencionó Hernández y que, por el contrario, el Internacional de Palmira aprovechó las carencias del Quindío para llevarse la victoria.

Actualmente, el Deportes Quindío ocupa la octava posición con 13 puntos, pero su rendimiento irregular pone en duda su clasificación a los cuadrangulares del torneo. Ante esta situación, la presión sobre el cuerpo técnico ha aumentado. Mientras algunos hinchas piden la salida de Rubén Darío Hernández, otros apuntan al dueño del club, Hernando Ángel, como el principal responsable de la crisis. Lo acusan de mantener una estructura débil que no permite que el equipo progrese, independientemente de quién lo dirija.