Centenares de personas salieron anoche jueves por las principales calles de Calarcá, en una monumental protesta pacífica contra el inminente cierre del hospital La Misericordia de esta municipalidad.
El hospital enfrenta su más aguda crisis financiera, originada en la falta de pagos por parte de algunas EPS, que le deben más de $10.000 millones de pesos, pero también por la falta de gestión administrativa, desgreño, corrupción y politiquería dentro de la institución.
Todo el personal diferente a los empleados de planta renunció a sus cargos, incluyendo médicos y enfermeras, tras completar cuatro meses sin salarios. Ante estas renuncias, las respuestas del gerente Bernardo Gutiérrez fue aceptarlas.
En la marcha se pidió la renuncia del gerente, pero también sacar la politiquería del hospital, lo que lo tiene en las circunstancias de crisis profunda. Ante la presión ciudadana y la intervención de la Defensoría del Pueblo, una de los deudores del hospital, la EPS Medimás, prometió cancelar esta semana la suma de $1.600 millones de pesos.
La gran marcha de protesta recorrió las calles de la ciudad, con participación de empleados, contratistas, pacientes y ciudadanos del común, que, además, recibieron el apoyo de todos los pobladores de la Villa del Cacique.
“Se espera que la protesta tenga sus resultados, de lo contrario, volveremos a las calles, a defender nuestro hospital”, dijo Jhon Jairo Salinas, uno de los defensores del hospital y líder de las marchas.
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