Iván Duque Márquez, presidente de la República. /FOTO: JULIO CÉSAR HERRERA.
Se acerca el momento en el que el presidente Iván Duque le diga adiós a la Casa de Nariño, que le abrirá las puertas al mandatario electo Gustavo Petro, quien se posesionará el próximo 7 de agosto.
Y con la salida del político antioqueño, también llegan los protocolos, como el de colgar un retato en el hall de los presidentes, un honor que se ganan los mandatarios colombianos que han tomado las riendas del país.
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El retrato fue pintado por el artista santandereano Edwin Soler Pico, quien en el 2019 también hizo una obra en carboncillo del papa Francisco, que está exhibida en el Vaticano, gracias a la gestión de Iván Duque, quien precisamente está en boca de muchos, no por la obra del Santo Padre sino por la suya propia.
Resulta que el retrato presidencial del saliente mandatario no fue lo que muchos esperaban. Aunque la pintura continuó con la tendencia que impuso el expresidente Juan Manuel Santos, que rompió el esquema de un retrato tradicional al ser de medio cuerpo y no tan pequeño como los anteriores, ha recibido críticas por su poco parecido y los muchos ‘retoques’ en la apariencia de Duque.
La imagen de Duque porta la banda presidencial y en el fondo la bandera de Colombia. / FOTO: TWITTER. “Claramente es una foto editada y retocada, no es un retrato real”; “Le faltan varios kilos”; “¿Es una fusión de Santos con Duque?”; “Todo lo de Duque es una mentira, hasta su pintura”; “Se ve muy chistoso”; “¿Otro caso de fraude?”; “Es el cuadro más feo de todos los tiempos”, son algunos de los comentarios que han publicado los cibernautas, quienes no se conformaron y también subieron muchos memes.
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