En este lugar murió una de las víctimas de Johany Alexánder Acuña Hernándezy. /FOTOS: cortesía y archivo.
Johany Alexánder Acuña Hernández se ganó un espacio en la enciclopedia digital Wikipedia por ser el protagonista de una historia de sangre y muerte que parece salida de una película de terror. En la reseña de este popular sitio web lo llaman el Loco de la Piedra.
El joven de 23 años, nacido en Mitú, Vaupés, el 8 de noviembre de 1997, asesinó en Medellín a 5 hombres golpeándolos con objetos contudentes como piedras, ladrillos y bloques de cemento. En común las víctimas tenían que eran habitantes en situación de calle, al igual que el homicida, y que fueron agredidas mientras dormían en calles del Centro y la comuna 4 (Aranjuez) de la capital paisa.
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El primero de esos crímenes fue el 15 de abril de 2021 y el último fue 10 días después. El pasado 25 de abril la Policía lo capturó en flagrancia y un juez lo envió a la cárcel. 10 meses después el sujeto terminó aceptando los cargos que le imputaron por el delito de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo y, mediante un preacuerdo que hizo con la Fiscalía, lo sentenciaron a 36 años de prisión.
Hoy revivimos los 5 crímenes por los que este asesino en serie tendrá que pasar más de 3 décadas detrás de las rejas de una prisión:
El primer asesinato que cometió Johany Alexánder Acuña Hernández ocurrió el 15 de abril de 2021, a las 3:28 a.m., a un costado de la Parroquia El Sagrario, en la calle 68 con carrera 52C, barrio Sevilla.
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El occiso fue, como en todos los casos, un habitante de calle, llamado César Augusto Tobón Álvarez.
“La víctima se encontraba dormida y Johany le arrojó un bloque de cemento en 3 oportunidades, causándole lesiones en cabeza, que le generaron la muerte en el sitio. Sobre el informe pericial se tiene evidencia de trauma craneoencefálico y fractura de cráneo y del maxilar inferior”, indicó el fiscal encargado del caso.
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A pesar de la hora en que ocurrió el crimen y de la soledad que en ese momento reinaba en el sector, las autoridades pudieron establecer cómo actuó el asesino gracias a las cámaras de seguridad que hay en la zona.
Además, el registro fílmico sirvió para establecer posteriormente que el homicida vestía prendas similares y su aspecto físico era como el que lucía Acuña Hernández el día que lo capturaron, el 25 de abril, luego de protagonizar otros 2 ataques brutales.
“Cámara del 123, que capta el paso del hoy imputado. Según registro fílmico de la cámara de la Clínica León XIII, él hace uso de un elemento contundente, tipo bloque de cemento, que fue hallado en la inspección técnica a cadáver. Las características morfológicas coinciden con lo observado de manera directa en la captura en flagrancia de este ciudadano el 25 de abril del año 2021, por los que se encuentra con detención intramural”, añadió el representante del ente investigador.
Faltaban pocos minutos para que aclarara el día cuando asesinó a Luis Miguel Osuna, de 36 años, mientras la víctima dormía al lado de una panadería ubicada en la carrera 49 con calle 70, en el barrio San Pedro, de Medellín.
238 horas transcurrieron entre el primer y el último homicidio.
El crimen ocurrió a 12 cuadras del primer homicidio (ver mapa abajo). El fiscal del caso narró: “Sobre los segundos hechos, para el día 19 de abril, a las 5:50 de la mañana aproximadamente, en la carrera 49 con calle 70, en al lado de la Panadería Bucaramanga, Johany Alexánder Acuña Hernández se valió de un elemento contundente, como lo es un ladrillo, para atacar al señor Luis Miguel Osuna, quien se encontraba en el piso dormido. Según el informe de la necropsia, la causa de la muerte fue un trauma craneoencefálico que le ocasionó fracturas múltiples del cráneo”.
Este asesinato fue cometido a una hora en la que todavía en las calles de la zona había algo de actividad social y comercial. Por eso, después de que mataron a Sandro Echavarría Gallego, de 27 años, hubo información suministrada a las autoridades por testigos sobre el aspecto del homicida, que coincidía con lo que había quedado registrado en cámaras de seguridad en los 2 primeros crímenes.
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El homicidio se perpetró el 24 de abril, a las 9:05 de la noche. A Sandro lo atacaron mientras dormía en un andén de la calle 67 con carrera 55AB-13, barrio Jesús Nazareno, en inmediaciones de la Universidad de Antioquia.
“En este caso atacó con una roca a Sandro Echavarría Gallego, un ciudadano en situación de calle que tenía una discapacidad física por la amputación de su miembro derecho. Se encontraba dormido cuando lo golpeó”, indicó el fiscal del caso.
“Usó un ladrillo, que fue hallado en la inspección técnica a cadáver. Una cámara del 123, ubicada en la carrera 56 con calle 67, sector Barranquilla, del barrio El Chagualo, capta un ciudadano corriendo en dirección oriente-occidente, cerca de la Universidad de Antioquia, quien viste camiseta color gris, pantalón negro, tenis blancos y cabello largo, descripción que coincide con las características suministradas por los testigos. El informe de necropsia advierte que la víctima sufrió trauma contundente en cráneo, de predominio en el lado izquierdo”.
“El señor Andrés Felipe David Cartagena asegura que lleva un tiempo viviendo en ese sector en calidad de habitante de calle, aproximadamente un año durmiendo en esa cuadra, y que por eso vio cuando Acuña Hernández pasó por el sitio con una piedra en el hombro y escuchó cuando dijo: ‘Allá lo dejé tirado, allá lo dejé tirado’, sin saber a qué se refería. Luego, de un momento a otro, le descargó esa piedra en la cabeza a Jhon Rigoberto González Calle”.
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Esa fue parte de la declaración que un testigo le hizo a la Fiscalía. La descripción continúa así: “Cuando vio la sangre le dijo: ‘¡Venga, venga! Y esta persona se le enfrenta y le responde: ‘¿Qué va a hacer? Ya está pago’, y tiró unas moneditas al piso y dijo que ya pagó. Entonces Andrés Felipe, en compañía de otros 2 ciudadanos en situación de calle, lo retienen y en ese momento hace aparición la patrulla policial”, añadió el representante del ente investigador.
El crimen ocurrió a la 1:28 a.m. del 25 de abril, en una plazoleta ubicada al frente del Cementerio San Pedro. Según el expediente del caso, luego de que Johany Alexánder fuera arrestado les confesó a los policías que había acabado de ultimar a otra persona en inmediaciones del Hospital Infantil.
Además, “vociferó que había matado a otras personas”, aseguró el fiscal.
Los uniformados se trasladaron con el sospechoso hacia el sitio que les había indicado, en la carrera 49 con calle 72, barrio Manrique Central, y allí encontraron en una acera a a Juan Esteban Rojas Chavarria con heridas y fracturas en su cabeza, que fueron provocadas con una piedra. Estaba vivo y por eso fue llevado a Policlínica, donde falleció 2 meses después.
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Así finalizó la historia de muerte y sangre que protagonizó este hombre, quien, al paracer, tuvo una niñez y una juventud oscura. Por lo menos así lo evidenció la frase que pronunció en estrados judiciales: “Ni a mi mamá vale la pena recordar”.
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