Por Roberto Restrepo Ramírez
Un sino trágico ha acompañado a la plaza de mercado cubierto de Armenia a través de la historia.
El 8 de septiembre de 1935 – hoy hace 87 años – se registró un incendio monumental en uno de los espacios públicos más importantes de cualquier ciudad emergente, como en efecto ocurrió con la plaza de mercado de la entonces pujante ciudad de Armenia, perteneciente al gran departamento de Caldas.
Así describe aquel suceso el desaparecido miembro de la Academia de Historia John Jaramillo Ramírez, en su libro titulado Pieza del reblujo (Alcaldía de Armenia, 2006), página 106, resaltando el autor la circunstancia trágica que produjo la conflagración, en medio de unas festividades de la ciudad:
«…En 1935 se adelantó la Semana del Fuego con el fin de recaudar fondos para el Cuerpo de Bomberos. El último día, un domingo, desfilaba la reina, que era Maruja Tobón Gutiérrez, acompañada de su corte de honor en «La Niña», que había sido convertido en carroza…
…. Mientras la reina y corte abandonaban la vieja máquina y se desbarataba la carroza, el incendio tomó fuerza y sólo cuando llegaron los bomberos de Pereira pudo ser dominado, pero las galerías quedaron destruidas totalmente. Fue entonces cuando se decidió construir unas más grandes en el lote que ocupaba la Plaza de Ferias, y que resistieron hasta el terremoto de 1999.
La importancia de ese sitio se refleja en otra descripción, contenida en una revista de la época (finales de la década de los 30) que refleja además el fulgor de una población que sobresalía en todos los campos. Publicación ésta del año 1936, que señaló lo siguiente en su introducción, ratificando la perífrasis que ya mencionaban los ciudadanos, o sea la Ciudad Milagro:
«Con el año de 1936, Armenia, aparece ante la actividad nacional como un milagro de progreso cumpliéndose así, en parte, las inmortales palabras del poeta insigne, que supo elevar un canto de verdad y de reconocimiento a nuestra ciudad «.
Y más adelante – en la misma publicación – se incluyeron dos fotografías, una del espacio antes del incendio y otra de aquel fatídico 8 de septiembre, horas después del desastre, con la siguiente anotación:
«Hasta el 8 de septiembre del año de 1935, Armenia disfrutaba de la comodidad de una magnífica plaza de mercado cubierto, de sólida construcción, cuya sencillez y elegancia le daban un aspecto de ciudad señora. El destino quiso que un voraz incendio echara por tierra la obra, reduciendo a cenizas y a escombros sus muros y con ellos, a la miseria a varios centenares de ciudadanos honrados y luchadores, que en medio de las adversidades de la vida habían logrado encaminar sus actividades por un sendero de prosperidad y de economía «.
Todo indica que el incendio fue producido por algún artefacto festivo de aquel desfile en el que se involucraba fuego, el motivo principal del carnaval. Sobre su ubicación y construcción inicial, esto escribió Arturo Serna Osorio, en una crónica publicada en el periódico CULTURARTE, en marzo de 1999, sobre aquella plaza de mercado cubierto, y transcribiendo lo escrito por otro cronista de la tierra, don Alfonso Valencia Zapata:
«El primer edificio para las galerías, ubicado en el sector de la plaza de Cervantes, calle 21 a calles 23 entre carreras 16 y 17 fue encargado a Don Alfredo Flórez M., gran servidor de la causa, experto carpintero y constructor, a cuyos grandes conocimientos en la materia se debió la construcción, fruto del esfuerzo colectivo que representa para el municipio a quien pertenece».
Las instalaciones que se consumieron habían sido aseguradas por el municipio en la Compañía Colombiana de Seguros, cuyo agente era don Darío Gutiérrez Ángel.
Esta primera tragedia que tocó a tan bello edificio, en el espacio correspondiente a dos manzanas – porque la segunda ocurrió en 1999 después del terremoto cuando el nuevo edificio reconstruido fue demolido – es un largo historial de la mala suerte que ha acompañado a los armenitas con su galería cubierta, que hoy, en pleno siglo XXI,c ontinúa, pues es evidente la no funcionalidad de otra Plaza de mercado cubierto que se levantó en cercanías al estadio San José.