Carlos Andrés junto a su familia, vivo y rozagante. El minero antioqueño salvó su vida milagrosamente. /FOTO: CORTESÍA
“Lo que viví fue aterrador, pero también fue una experiencia de aguante, de valentía”, comienza contando Carlos Andrés Yepes Ospina, minero antioqueño, oriundo de Vegachí, Nordeste antioqueño, pero habitante de Medellín.
El hombre, quien ya había trabajado en Colombia y Chile, fue trasladado este año a República Dominicana para laborar con la Corporación Minera Dominicana (Cormidom), extrayendo cobre y zinc.
“Tengo mucha experiencia y no temo a la profundidad, pero la verdad, sentí que me iba a morir allá adentro”, relata Carlos Andrés, quien junto a su colega dominicano Gregory Alexánder Méndez Torres, quedó atrapado en la zona sur de la concesión minera en Cerro de Maimón, provincia Monseñor Nouel, tras producirse un deslizamiento de roca el pasado 31 de julio.
31 metros bajo tierra estuvieron los dos mineros 10 días.
Dramático relato de Carlos Andrés
“Se nos vino un derrumbe y tuvimos que esquivar las rocas. Luego empezamos a tratar de salir, pero era imposible. Nos angustiamos, pero teníamos una ventaja: teníamos camas”.
Cuenta el antioqueño, casado y padre de un niño.
Estuvieron atrapados durante 10 días, 31 metros bajo tierra, apretujados el uno contra el otro y sin mucho qué comer o beber.
“Teníamos algo de comida, de las raciones del día, pero no era mucho. Yo sobreviví tomando de mi propia orina”, confiesa Carlos Andrés, quien antes de convertirse en minero era un destacado deportista en su pueblo, Vegachí.
70 mineros participaron de las labores de rescate de los dos mineros.
Durante los 10 días que estuvieron sepultados en el socavón, en todos los rincones de República Dominicana se llevaron a cabo oraciones y vigilias pidiendo por la salud de los dos valientes mineros.
Alrededor del Cerro Maimón se juntaron grupos de personas que cantaban y pedían celeridad en el rescate. Nadie perdió la fe.
“A veces creíamos escuchar voces, a veces creíamos ver personas cerca de nosotros. La falta de luz fue algo durísimo, algo que te golpea la mente, algo que te genera engaños, que te deprime”.
Expresa el antioqueño.
Más de 70 personas participaron de las operaciones para rescatar a Carlos Andrés y a Gregory. El pasado martes, 9 de agosto, por fin se dio la buena noticia.
“Los tenemos, están vivos”, dijo uno de los directivos de Cormidom, Paul Brown.
En Vegachí también celebraron, sobre todo el alcalde Ulilo Acevedo, amigo de infancia de Carlos Andrés.
“El pueblo está de fiesta porque uno de los nuestros está de vuelta, vivo y con una historia extraordinaria”, destacó.
Este jueves, Carlos Andrés fue dado de alta en el Hospital Ramón de Lara de República Dominicana. Luego fue llevado a un hotel donde era esperado por su esposa e hijo.
Ni él ni Gregory quisieron hablar en rueda de prensa y, hasta aquí, sólo han hablado para Q’HUBO Medellín.
Este sábado, después de las 6:00 p.m., Carlos Andrés llegará a Medellín, y entonces, quizás, tendrá tiempo de reflexionar sobre la nueva oportunidad que le ha dado la vida.
“Me siento cansado y todavía un poco estresado, pero estar con mi familia me revitaliza”, expresó el minero antioqueño, protagonista de una historia sorprendente e inspiradora, pero que ojalá no vuelva a repetirse.
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