Temprano este lunes habitantes en Mocoa estaban en alerta por las fuertes lluvias y la creciente del río, ya hay daños en la vía y temen más emergencias.
Noticias Occidente.
Pasadas las 2 de la tarde de este lunes festivo en Mocoa, Putumayo, el río se llevó un pedazo del puente con la creciente con la que amaneció producto de las fuertes lluvias.
⚠️La creciente del río #Mocoa que alerta a ese municipio de Putumayo. «Está lloviendo mucho», informan desde la zona. Allí, la reconstrucción tras la tragedia aún no termina y muchas zonas siguen en riesgo. 👉🏼 https://t.co/yJ8aCma52Y pic.twitter.com/oOSiHA1nVl
— al medio TuBarco (@tubarconews) July 4, 2022
La creciente, que además puede traer palizada y generar una avalancha, puso en alerta a ese municipio, «está lloviendo mucho», informan desde la zona.
Allí, la reconstrucción tras la tragedia aún no termina y muchos puntos siguen en riesgo.
A esta hora en el sitio la Policía ayuda a acordonar y coordinar el paso de la gente, se espera que autoridades municipales y de riesgo evalúen la situación.
Hasta ahora, no se ha determinado evacuación, pero si sigue lloviendo y el río Mocoa crecido, no se descarta esa medida de manera preventiva.
El fantasma de la tragedia
Cuando se aproximaban las 11:30 de la media noche del pasado 31 de marzo y el 1 de abril de 2017, Mocoa despertó sin imaginar que se encontraba en medio de una de las tragedias más grandes de la historia.
En cuestión de minutos, el desbordamiento de ríos y quebradas, cegaron la vida de más de 336 personas.
Y es que la avalancha, también dejó alrededor de 7.982 víctimas, sumado a la destrucción de 87 barrios del municipio, 398 heridos y 1.461 viviendas afectadas.
Pese al paso de las semanas y meses, la memoria pareciera recrear el minuto a minuto de aquella amarga madrugada para ciudadanos de Mocoa como Noé Zarzal.
“Ese primero de abril de 2017 lo cambió todo para siempre”, afirmó este trabajador informal.
Recordó que si bien la mezcla de tierra, agua y lodo se llevó su vivienda, pudo ser de los pocos que conservó a su familia intacta.
Sin embargo, su destino no lo vivieron decenas de familias que aparte de ver morir a sus seres queridos tuvieron empezar desde cero.
“Esta es la hora en que seguimos pagando arriendo y que nos dan una solución de vivienda”, relató Mirta Chanci, una de las sobrevivientes.