El hombre que disparó, según la información obtenida por la Policía, vestía un buzo negro, gorra negra y no llevaba tapabocas.
Se conocieron nuevos detalles sobre Lorielys del Carmen Vilchez Guevara, la mujer de 33 años, asesinada en la tarde del martes en la carrera 13 con calle 71B, barrio La Esmeralda, en el suroccidente de Barranquilla.
Allegados a la mujer aseguraron a Zona Cero que Lorielys era de nacionalidad venezolana y dejó tres hijas de 18, 16 y 11 años.
Hace 3 años emigró de su país a Colombia y se radicó en Barranquilla, donde llevaba ese tiempo residiendo en el barrio La Esmeralda.
Los familiares confirmaron que la mujer se dedicaba al oficio de espiritista.
Allegados precisaron que en la vivienda se encontraba en ese momento la hija, de 11 años. Cuando el hombre llegó, abrió la reja y preguntó a la menor por Lorielys.
Según la información que tiene en su poder las autoridades, cuando la pequeña llamó a su mamá y esta salió a atender al hombre este le dijo “esto es un atraco”.
En ese momento, la niña corrió y fue cuando el asesino le disparó en la cabeza a Lorielys, según allegados de la víctima.
Aunque el hombre dijo que era un atraco, los investigadores del caso presumen que en realidad lo dijo para desviar la investigación pues el asesino no se robó nada y le disparó directo a la cabeza. Al parecer, sería un ataque sicarial.
Testigos señalaron que a la vivienda de la mujer el asesino llegó como parrillero en una motocicleta y emprendió la huida en el mismo vehículo.
La mujer quedó muerta en la sala de la vivienda en medio de un charco de sangre, una escena dantesca para su hija menor que vio a su mamá tendida en el suelo.
La Policía trata de establecer quién sería el hombre que disparó. El homicida ha sido descrito como una persona que vestía una camisa azul celeste, un buzo negro, gorra del mismo color, jean azul y no tenía tapabocas.