Con globos blancos, aplausos y algunas lágrimas fue despedido José María de la ESE Hospital de Marinilla, en donde acompañado de un equipo médico, luchó contra el coronavirus y le ganó la batalla.
Cuentan que antes de ver salir a su padre victorioso, fueron muchos los momentos de angustia, incluso, pensaron, que jamás volverían a verlo.
Y luego de pasar este trago amargo, esta familia de marinillos hizo un llamado a quienes todavía no han atravesado por este viacrucis.
Hoy, luego de hacerle el quite a la muerte, don Jesús María volvió a su casa en el barrio María Auxiliadora de Marinilla.