El típico almuerzo «corrientazo» a $6.000 y desayunos a $4.000, se niegan a desaparecer del menú de los paisas.
En una pequeña cocina, Jaime y su esposa han visto consolidar sus sueños, pues el trabajo arduo y la unión familiar han hecho que un pequeño espacio se convierta, para ellos, en uno de los palacios gastronómicos más baratos de Medellín.
Su apuesta de almuerzos a bajo costo ha consolidado este lugar como el favorito de muchos vecinos del sector de La Floresta, occidente de Medellín.
La pregunta, para muchos, es: ¿Cómo hace este hombre para mantener su negocio a pesar del aumento de los precios en los alimentos? Su respuesta es la de muchos colombianos que, día a día, deben mantener a su familia con poco dinero.
«El negocio yo no sé, pa’ decirle la verdad lo he sostenido con la fe en Dios», Jaime Higuita, propietario del restaurante.
Según Jaime, la fe ha mantenido este negocio en pie pero, a veces, es imposible pelear contra el exagerado aumento de los precios y ya anunció que es posible que en los próximos días el típico corrientazo pueda subir a $7.500.
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