Aparte de la agresión a un policía por parte de los moteros, se denunció que varios vehículos particulares fueron objeto de vandalismo.
Varios conductores que transitaban por la carrera Séptima cerca al Parque Nacional, donde iniciaron la movilización de la comunidad emberá aseguraron que, los atacaron físicamente y que además les dañaron sus carros.
Los afectados comentaron que, fueron varias personas al tiempo las que se valieron del trancón para arremeter contra las personas que iban por esa zona y que tuvieron que detenerse.
Una de las víctimas dijo entre lagrimas dijo que, le acabaron su carro, y que además lo golpearon, que no había derecho para que los retuvieran y los amenazaran con dardos y flechas.
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Este hecho se presentó en horas de la tarde, y se presentaron más denuncia por parte de los que manejaban automóviles, pues indican que el grupo que inició la movilización estaba exigiendo dinero para dejarlos transitar por este corredor vial.
Los testigos de los hechos indicaron que cuando llegó la Policía a tratar de controlar la situación, los indígenas pusieron en medio a los niños de su misma colectividad, esto para que las autoridades no tuvieran campo de acción al tratarse de menores de edad.
La Policía Metropolitana de Bogotá mencionó que cuando hicieron presencia en el lugar, la situación se tornó más caótica porque los manifestantes pasaron de “extorsionar” a las personas a romperles los vidrios, e incluso a herir a los pasajeros a bordo.
Consecuencia de este ataque, se reportaron al rededor de 20 carros dañados, 40 personas heridas y un trancón que duró más de tres horas, de hecho sobre las 10 de la noche se respiraban los efectos de los gases lacrimógenos.
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Estos actos están siendo investigados por la Alcaldía de Bogotá, que en su momento indicó que la comunidad emberá sería reubicada, pero ya llevan siete meses en el Parque Nacional y hace unos días arremetieron contra un taxista que habría atropellado a una mujer y sus dos hijos.