Un juez penal de Guadalajara de Buga (Valle del Cauca) condenó a una pena de 30 años de prisión a Andrés Felipe Marín Silva, alias ‘Pipe’. El sujeto reconoció su responsabilidad en 39 asesinatos y 7 tentativas de homicidio.
Además, deberá pagar una multa de 12.550 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
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Marín, actualmente recluido en la penitenciaria de Picaleña (Ibagué), debe responder por los delitos de homicidio, secuestro extorsivo agravado, extorsión, tentativa de extorsión y
concierto para delinquir agravado.
Labores de policía judicial evidenciaron que el procesado incurrió en diferentes crímenes, al
menos desde 2011. Los delitos se habrían desarrollado en municipios de Tuluá y Popayán (Cauca); lo mismo que en Armenia y La Tebaida (Quindío) hasta donde se expandió su accionar delictivo.
En la investigación se estableció que Marín, como cabecilla de la estructura criminal La
Inmaculada, sembró el terror para mantener el control territorial.
En cuanto a las millonarias extorsiones se determinó que eran hechas para financiar el grupo delincuencial.
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Según las indagaciones adelantadas por una fiscal especializada de la Seccional Valle del Cauca,
entre las múltiples víctimas de Marín Silva se tienen evidencias de su responsabilidad en la
muerte del dragoneante del INPEC Edinson Montenegro Cardona, ocurrido el 12 de abril de 2017.
Otro de los macabros hechos que permitieron la sentencia contra el procesado fue el
descuartizamiento de, al menos, una de sus víctimas a quien arrojó al río Tuluá.