Están equipadas con dos baterías: una principal y una secundaria que se activa cuando la primera se descarga.
Noticias Cali.
En un mundo cada vez más consciente de los efectos negativos de la contaminación ambiental, el uso de bicicletas se ha convertido en una opción popular no solo para hacer ejercicio, sino también como medio de transporte diario.
Esta tendencia está ganando terreno no solo por sus beneficios para la salud, sino también por su impacto positivo en el medio ambiente y el ahorro económico. En este contexto, las bicicletas y motocicletas eléctricas están marcando una diferencia significativa, y Cali se está posicionando como un referente en su fabricación.
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Ubicada en el norte de la ciudad, una empresa local está revolucionando la forma en que nos movemos. Con un enfoque sostenible y una clara misión de reducir la huella de carbono, esta pequeña compañía comenzó con un proyecto personal que hoy se ha transformado en un exitoso emprendimiento. Según su fundador Jack Nessin, la idea surgió como un hobby, un deseo personal de crear un vehículo eléctrico para uso propio.
«Siempre tuve la sensación de hacerme algo eléctrico para mí. Con Alberto, quien es el mago de todo lo relacionado con la electromecánica, comenzamos a fabricar los chasis nosotros mismos», explicó Jack a al medio TuBarco. A medida que vieron el éxito de su proyecto, decidieron industrializar el proceso y comenzar a ensamblar bicicletas eléctricas para el mercado.
Hoy, la empresa utiliza piezas compradas en el mercado local y algunas importadas de China, como los motores, para fabricar estas motocicletas. Gracias a la creciente demanda de vehículos amigables con el medio ambiente, sus productos han atraído a clientes de diversos sectores, incluidos grandes centros comerciales e ingenios azucareros con amplias distancias internas que requieren soluciones de transporte eficientes.
Las motocicletas eléctricas cuentan dos baterías
Las motocicletas eléctricas fabricadas por esta empresa, están equipadas con dos baterías, una principal que ofrece un recorrido de aproximadamente 40 kilómetros y una batería secundaria que proporciona otros 7 kilómetros adicionales en caso de que la principal se descargue. «Son las únicas con tanque de reserva», señaló uno de los emprendedores, destacando la funcionalidad y la autonomía de sus vehículos.
Además, la empresa ya está proyectando el futuro de la movilidad eléctrica en la región. «En un futuro, vamos a fabricar triciclos eléctricos para personas discapacitadas. Ese es el próximo proyecto que tenemos en planes», indicó con entusiasmo. Esta visión de inclusión social e innovación tecnológica refleja el compromiso de los emprendedores con el bienestar de todos los sectores de la comunidad.
El costo de las motocicletas eléctricas varía entre 3 y 5 millones de pesos, dependiendo de la capacidad de la batería y otros componentes adicionales. A pesar de ser una inversión inicial considerable, las bicicletas eléctricas ofrecen una opción económica a largo plazo, especialmente considerando el alto costo de la gasolina en el país.
Este emprendimiento es un ejemplo claro de cómo la creatividad y el esfuerzo de los caleños y vallecaucanos están contribuyendo a la transformación del mercado de la movilidad eléctrica en Colombia. Con el aumento de la conciencia ambiental y el impulso de soluciones sostenibles, la ciudad de Cali se perfila como un epicentro de innovación en el sector de la movilidad.
Acá el reportaje completo: