Un fuerte incendio ocurrido en Santa Bárbara de Iscuandé, Nariño, ha dejado a más de 130 personas afectadas, de las cuales 27 familias han perdido sus hogares. El incendio ha causado graves daños materiales en la comunidad, y las autoridades locales están trabajando en las labores de asistencia y rehabilitación para los afectados.
Un devastador incendio consumió anoche un sector del municipio de Santa Bárbara de Iscuandé, dejando a más de 130 personas damnificadas y provocando la pérdida total de al menos 27 viviendas. El fuego se desató sobre las 10:30 de la noche del 21 de noviembre, en el barrio Viento Libre, una de las zonas más vulnerables del Pacífico nariñense.
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El incendio, que rápidamente se propagó debido a la alta inflamabilidad de las viviendas, construidas en su mayoría con madera, redujo a cenizas las casas de las familias afectadas. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por controlar las llamas, la falta de una respuesta oportuna de los bomberos exacerbó la tragedia. Afortunadamente, no se han reportado víctimas mortales ni heridos graves, pero la comunidad se enfrenta a una tragedia que ha dejado a decenas de personas sin hogar.
Reclamos por negligencia de la administración municipal
Los habitantes de Santa Bárbara de Iscuandé expresaron su indignación ante lo que consideran una falta de preparación y respuesta adecuada por parte de la administración municipal. Varios residentes del municipio aseguran que, aunque la emergencia se presentó de manera repentina, no hubo intervención inmediata de los bomberos debido a la falta de recursos y de una estructura de emergencia bien equipada.
“Intentamos apagar el fuego con cubos de agua, pero la situación se salió de control rápidamente. La administración no estuvo presente para ayudarnos cuando más lo necesitábamos”, dijo uno de los afectados.
Ante la magnitud del desastre, las familias afectadas han solicitado ayuda urgente a la Gobernación de Nariño y a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). La comunidad pide la intervención de las autoridades para proporcionar albergue temporal, alimentos y materiales para la reconstrucción de sus viviendas.
“Necesitamos ayuda para poder empezar de nuevo. Estamos desbordados por la situación, no tenemos a dónde ir”, expresó un habitante de la zona.
Un llamado a la solidaridad
El municipio de Santa Bárbara de Iscuandé, conocido por su geografía rural y su cercanía con la costa pacífica, enfrenta ahora uno de los momentos más difíciles de su historia reciente. Mientras las autoridades locales y regionales trabajan para dar respuesta a la emergencia, los habitantes han hecho un llamado a la solidaridad de la sociedad civil para ayudar a las familias afectadas.
A medida que se evalúan los daños, el municipio necesita urgentemente apoyo en términos de alimentos, ropa y materiales de construcción para garantizar la pronta recuperación de la comunidad.