En la madrugada del domingo 29 de septiembre de 2024, un trágico accidente aéreo enluta a la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y al país. Un helicóptero Huey II, matrícula FAC-4441, se precipitó a tierra cerca de Santa Teresita del Tuparro, en el municipio de Cumaribo, Vichada, mientras cumplía una misión médica humanitaria. La caída de la aeronave, que ocurrió alrededor de las 4:00 a.m., cobró la vida de los ocho uniformados que se encontraban a bordo.
La tripulación se dirigía a recoger a un paciente en una zona rural del departamento cuando, minutos antes del accidente, la FAC perdió contacto con el helicóptero, lo que activó un despliegue inmediato de búsqueda y rescate.
Entre las víctimas del fatídico accidente se encontraba el Técnico Cuarto Luis Fernando Montoya Ospina, un quimbayuno comprometido con su deber.
El secretario del Interior del Quindío y exalcalde de Quimbaya, Jaime Andrés Pérez, expresó su pesar por la pérdida de su amigo y envió un mensaje de solidaridad a su familia. “Mi más sentido pésame a la familia. Un quimbayuno, además amigo entrañable, que fallece en cumplimiento de su deber en la Fuerza Aérea Colombiana. Nos llena de tristeza estas noticias que enlutan el municipio de Quimbaya y el departamento del Quindío”, señaló Pérez.
“Desde el Gobierno del Quindío Lamentamos profundamente la trágica perdida del Técnico Cuarto de la Fuerza Aérea Colombiana Luis Montoya Ospina, un ejemplo de honor y compromiso. Luis Montoya perdió su vida junto a 7 valientes miembros de nuestra Fuerza Aérea Colombiana, quienes se encontraban en una misión humanitaria en el departamento del Vichada. A su familia y seres queridos, les enviamos un abrazo solidario y nuestras más sinceras condolencias en este momento tan doloroso. Que su sacrificio siempre sea recordado con gratitud y respeto”, fueron las sentidas palabras por parte de la gobernación del Quindío.
En una rueda de prensa, el comandante de la FAC, general Luis Carlos Córdoba, explicó que las condiciones climáticas adversas fueron la causa del accidente, descartando fallas mecánicas o un atentado. También detalló que, debido a la naturaleza de la misión, no se había considerado necesario un helicóptero escolta, ya que no existía una amenaza inmediata en la zona.
El general Córdoba resaltó que el helicóptero cumplía con todos los requisitos para operar en misiones militares y que su mantenimiento estaba al día. “Este helicóptero no sale a vuelo sin que esté completamente preparado para cumplir la misión. Todas nuestras aeronaves reciben el mantenimiento necesario y no operan si algún elemento no cumple con los requerimientos de alistamiento”, añadió.