Un detalle muy particular, marcó la introducción de melodía.
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La icónica canción «Oiga mire vea» es uno de los himnos más representativos de la Feria de Cali, una de las festividades más importantes de la ciudad. Su melodía pegajosa y su letra contagiosa han puesto a bailar a generaciones enteras, consolidándola como un clásico en cada celebración.
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El compositor detrás de este tema emblemático es Nino Caicedo, originario de Quibdó, Chocó. En una reciente entrevista, Caicedo reveló que cuando escribió la canción, no había visitado nunca la ‘Sucursal del Cielo’. Para él y los habitantes de su tierra natal, Cali representaba un «sueño», la veían como la «capital del Pacífico».
Composición de la canción para Cali
La conexión de Caicedo con Cali comenzó en 1991, cuando Alexis Lozano, quien ya residía en la ciudad, le sugirió componer una canción dedicada a la capital del Valle. «Cuando Alexis llega y me dice, Nino, la gente de Cali quiere que le hagamos una canción a Cali», recordó Caicedo. Aceptó el reto y comenzó a investigar sobre la ciudad, familiarizándose con sus barrios y características a través de mapas y relatos.
Después de escribir la letra, Lozano sintió que le faltaba algo esencial. Decidió añadir una mención al río Pance, un lugar muy frecuentado por los caleños en días soleados y después de fiestas. «Hizo los arreglos y cuando ya en el estudio, ‘las mujeres de Cali tienen sabrosura’, a mí en esa época, con el perdón de todas las caleñas, no me constaba», comentó Caicedo.
Un detalle muy particular, marcó la introducción de la exitosa canción
Uno de los detalles más curiosos en la creación de la canción fue la introducción. En una llamada nocturna con Lozano para definir el inicio de la canción, Caicedo lanzó el teléfono, y el sonido del golpe se convirtió en el icónico comienzo de la canción. «Ya tengo el arreglo, pero la introducción no me ha llegado, ¿tienes alguna idea para la introducción?, yo estaba durmiendo y tan le tire el teléfono y entonces Alexís, pues así va a sonar en la introducción, «Pum, si huele a caña…», manifestó.
Con el tiempo, «Oiga mire vea» se transformó en un éxito duradero, manteniéndose como una pieza fundamental en las festividades caleñas y un símbolo del orgullo de la ciudad.
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