Cuenta Adriana, que no fue fácil volver “a la vida digna”, pero a través de Samaritanos de la Calle fue atendida como una ciudadana con derechos y deberes.
Noticias Cali.
Una de las historias que hace parte de Samaritanos de la Calle, es la Adriana, quien se vio atraída por la rumba y la fiesta, terminando así en el mundo de las drogas.
“En esa época, yo tenía 52 años y no piensa, ¿Para qué se recupera uno?, ¿Quién le va a dar trabajo a uno? Prefiero seguir soplando”, comenta.
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Cuenta que sus inicios en las drogas se registraron en la época del cartel de Cali.
“Mirábamos personas en camionetas, regalando dinero y ese mundo me fue envolviendo”, añade.
Expresa que en su casa no la prepararon para enfrentar ese rumbo.
“Estuve en un mundo desconocido y aprendí a la fuerza. Fueron más de 40 años en las drogas. Busqué ayuda, pero volvía y caía”, dijo.
Sin embargo, a través de Samaritanos, su vida se transformó en magia.
Fue atendida como una ciudadana con derechos y deberes, y hoy “estoy ayudando a personas que están como yo estuve”, narra.