Hace algunos años, las personas podían comprar un pan en $200 para acompañar sus desayunos, pero debido al incremento en el costo de vida y los altos precios en los insumos este desapareció y pasó a costar $500, uno que ahora se encuentra en el mismo riesgo de dejar de venderse.
Actualmente, el sector continúa enfrentando desafíos con el costo de los insumos, pero también otros que se han sumado como la inflación y los impuestos saludables, lo que a la larga haría que este alimento tradicional, acompañante de varias preparaciones y perfecto a cualquier hora del día, deje de valer $500.
“Seguramente para el 2024 va a subir. El negocio se está viendo afectado por los gastos que hay y los pocos margenes”, señaló Marcela Morales, presidenta de la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan -Adepan.
“Ni pan ni arepa se puede casi comer, lo que era más ‘accesible’ para los humildes está caro y se dice que subirá más, entonces qué vamos a comer. Muy complicada se ve la situación, la vida”, expresó con desasosiego doña Rosa, habitante de Armenia.
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