En esta época las campañas políticas están en su mas alta densidad en busca de los votos que permitan a los líderes y lideresas ocupar cargos importantes, como es obvio se han venido efectuando las respectivas coaliciones que faciliten exitosos triunfos en las elecciones del 29 de octubre.
Lo que han venido pensando las comunidades propietarias de los sufragios, es que se gobierne para ellas y especialmente para los colectivos vulnerables, es decir que por la pobreza quienes se ven en la obligación de levantar sus ranchos, no casas a orillas de las quebradas, ya tenemos muchos casos de derrumbes con resultados fatales.
No va a ser fácil para quienes sean gobernadores, alcaldes, diputados, concejales o integrantes de las juntas administradoras, o los llamados ediles. En el caso de Pereira es mucho el trabajo por hacer, por ejemplo existe preocupación por la inseguridad, tanto en el día como en la noche, se hace indispensable el aumento de cámaras, reparar las que se encuentran fuera de servicio y también hay que tener más presencia policial.
Los nuevos gobernantes deben aplicar estrategias para la disminución del microtráfico, labor que no es fácil y que lamentablemente ha dejado en estos seis meses del año, más de 50 jóvenes que han perdido la vida, en lo que se llama retaliaciones por disputas territoriales, o inconvenientes en el manejo de las finanzas de la buena cantidad de dinero que deja la venta de estupefacientes.
Esas anomalías no solo se presentan en la capital risaraldense, incluyendo los municipios, sin que es a nivel nacional. Refiriéndome al caso local, por ejemplo el nuevo alcalde debe darle mucha importancia al ornato, es decir campañas permanentes para que tengamos una ciudad limpia y que no veamos tantas basuras regadas por todas partes.
Los electores somos muy conscientes a quienes le vamos a dar la responsabilidad de orientar los destinos territoriales. Es bueno destacar que el alcalde Carlos Maya se ha interesado en contar con buses eléctricos, iniciativa muy interesante pero bastante costosa que supera la capacidad presupuestal de la ciudad, sin embargo, no se puede bajar la guardia, insistir, aunque sea demorado el proyecto, no es imposible y algún día se pueda contar con esta clase de transporte.
Un ejemplo para tener en cuenta es la ciudad de Bogotá que cuenta actualmente con 1485 buses eléctricos que han permitido una reducción de 94.300 toneladas del CO2, lo que representa sembrar 6.300.000 árboles. En el año 2018 se efectuó una prueba en Pereira con mucho éxito, hay que seguir con la mentalidad que tengamos esta modalidad de transporte, que por supuesto favorecerá significativamente el medio ambiente.
A pocos meses que el alcalde Carlos Maya entregue el cargo, es interesante resaltar una de sus obras de infraestructura de mayor trascendencia, como lo es el intercambiador vial del aeropuerto Matecaña, cuyo costo ascendió a treinta mil millones de pesos, de esta suma, veintitrés mil millones fueron aportados por Invias y seis mil 800 millones de pesos por el aeropuerto.
Entre los frentes podemos destacar cuatro carriles mixtos y un puente vehicular, además un deprimido en la avenida 30 de agosto con una longitud de 320 metros, de esta manera se mejorará la movilización de automóviles entre Pereira y Cerritos.
Se nota y se palpa el gran progreso en la ciudad trasnochadora, querendona y morena.
Muchas gracias por leerme y hasta la próxima columna.