Salieron de la cárcel y se unen a un bien común. Su misión en visitar barrios de Cali en condiciones vulnerables y realizar una olla comunitaria con un mensaje de transformación y cambio: «Si se puede salir del problema»
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Tras salir de la cárcel y con una mentalidad de cambio, un grupo de jóvenes están realizando jornadas de seguridad alimentaria, y albergue a personas en condición de calle, y con problemas de drogadicción.
Han visitado barrios como 9 de enero, Manuela Beltrán, Sucre, y Planchón de Santa Helena.
Cuando un preso sale de la cárcel tras haber cumplido condena, inicia un proceso de reinserción para el cual, muchas veces, «ni la sociedad ni él están preparados».
En Colombia existe Confraternidad Carcelaria de Colombia, una organización no gubernamental que apoya a las personas privadas de la libertad, las familias de los internos, los egresados de las prisiones y víctimas del conflicto.
Hacen presencia a través de 22 regionales que llegan a 96 prisiones y atienden a un total de 23.000 personas, de los cuales 20.100 son privados de la libertad.
Por ejemplo en las cárceles de Cali, como Villanueva y Villa hermosa hacen labor social.
Labor social en Cali
En Cali cada 15 días los voluntarios realizan ollas comunitarias en diferentes barrios, especialmente sectores de crianza en donde en su momento vivieron situaciones de drogadicción y peligro.
Ahora se enfocan en llevar alimentos, y dar un mensaje de cambio y solución.
para Diego Fernando Restrepo, integrante de la iglesia Misión Cristocentrica Rey de Reyes quien se une también a este grupo de personas expresa que, «hay que dar de lo poco que tenemos».
» Hay muchas personas que no tienen que comer, entonces dijimos vamos a darle de lo poco que tenemos».
Se escoge un punto especifico de la ciudad, se difunde el voz a voz y siempre habrá alguien que quiera donar ya sea con dinero, alimentos y/o su propio tiempo.
Para la ultima jornada realizada en el Planchón de Santa Helena, entregaron más de 500 platos a habitantes de ese punto y sus alrededores.
El almuerzo fue una deliciosa Frijolada.
Un gestión que recibió el apoyo de la junta de accion comunal en Cabeza de Carlos Andrés Arias Cárdenas.
Por su parte, Cristián Eduardo Campo quien porta el chaleco de Confraternidad Carcelaria de Colombia, y quien estuvo 19 años en el consumo de drogas hoy da un testimonio de cambio.
«Estamos haciendo una labor social en cada barrio vulnerables, y con cada persona que estuvo privada de la libertad y dios hizo una transformación en sus vidas», expresa.
Las personas que deseen apoyar con donaciones o tiempo de calidad en estas jornadas, se pueden comunicar al numero telefónico 3012483501.
Estas son historias de periodismo ciudadano de y apoyadas por Compromiso Valle.