Con la tarjeta podían comprar electrodomésticos y gasodomésticos, financiados. /FOTO: ARCHIVO
De seguro más de uno ha comprado sus electrodomésticos con la llamada tarjeta Somos EPM, con la que le financiaban su compra por medio de la cuenta de los servicios públicos.
Este año, hasta ofrecían la tecnología necesaria para el regreso a clase. Computadores y tabletas se podían pagar a cuotas con la cuenta de EPM.
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Pero este jueves 9 de febrero, tras una larga batalla jurídica, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado dejó sin fundamentos el uso de esa tarjeta EPM, que en realidad era el corazón del programa Somos EPM.
¿Por qué ya no se puede comprar con la tarjeta Somos EPM?
El argumento, de acuerdo con la sentencia de última instancia y que no tiene revés, es que, en palabras coloquiales, es que Empresas Públicas de Medellín no es una tienda para ofrecer esos servicios.
Mejor dicho, el objeto social de EPM es netamente la prestación de servicios públicos domiciliarios y no la venta de electrodomésticos mediante el plan de financiación que se ofrecía.
En la demanda inicial, se advertía que al no ser el objeto de EPM generaba cierta competencia con el mercado regular, pero la empresa siempre se defendió diciendo que ese no era el propósito en ningún momento, pues la idea del programa Somos era optimizar el uso de los servicios públicos, pues quienes acceden a este servicio ya son usuarios de la empresa y no pretendían generar esa competencia con el mercado.
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Pero al llegar el caso a estudio del Alto Tribunal, este terminó asegurando que “el contrato para la financiación de electro y gasodomésticos, en nada se relaciona con el objeto -la prestación de los servicios- ni es necesaria para el debido desarrollo del giro ordinario del negocio”.
Con ello se le pone fin a un programa con el que muchos, pagando a cuotas, de seguro dotaron su casa.