La crisis ambiental y la urgencia por cuidar a la naturaleza, son dos temas que también tienen espacio en el Carnaval de Negros y Blancos: La carroza ‘Tierra Mía’ un ejemplo de ello.
Noticias: Especial Carnaval de Negros y Blancos en Pasto.
En su carroza ‘Tierra Mía’, el maestro Holman Cabrera envía un mensaje de preservación no solo de los recursos naturales, sino de la fauna de la región.
“La naturaleza es el pulmón de la vida, por ende, debe recibir el cuidado de nuestra parte”, señala el maestro.
Para ellos esta participación tiene un plus importante, pues en esta versión del Carnaval de Negros y Blancos 2023,su deseo es quedarse con el primer lugar que le ha sido esquivo.
Situación diferente a lo vivido en el Carnaval Multicolor de la Frontera en Ipiales, donde sí ha logrado el primer lugar en tres ocasiones consecutivas.
Del Carnaval de Cuaspud, al de Ipiales y luego al de Pasto
Holman, nacido en Cuaspud, un frio municipio del sur de Nariño, comenzó a elaborar carrozas en su edad escolar.
Competía contra otros grupos de jóvenes cada fin de año. Así, sin pensarlo, dio sus primeros pasos rumbo al Carnaval.
En vista de querer mejorar su técnica, se trasladó a Pasto para integrarse a la Facultad de Artes de la Universidad de Nariño. En la academia adquiere conceptos de estética y composición, pero en el taller es cuando inicia su pasión por la elaboración de magnas obras.
La primera aparición en un Carnaval fue en el Multicolor de la Frontera de Ipiales en 2006 apoyando a su tío. Gana el primer puesto y lo repite los dos siguientes años.
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Con sus fulgurantes triunfos decide abrirse paso en Pasto.
En su primera participación en 2010, logra el segundo puesto en la modalidad no motorizada, que a su vez, le dio un cupo para participar en la modalidad motorizada.
Desde ese entonces ha conseguido además del segundo, tercer, cuarto y quinto lugar; pero ahora su objetivo está fijado en ser el ganador.
Cuidado de la naturaleza
Su carroza ‘Tierra Mía’, representa a un personaje Andino, adornado con una sinfonía de colores, acompañado de especies provenientes de la montaña, el mar, los cielos y los páramos.
“Estas especies nos recuerdan lo fugaces que somos y nos inspiran a vibrar a la misma frecuencia del cosmos. Volar como el quinde, ser fuertes como el oso, sagaces como el jaguar”, dice.
Para Cabrera su obra se convierte en un pequeño aporte para vivir en armonía con la naturaleza y contemplar un mejor y amanecer desde el Sur.
“Cuando caída la noche, después del cafecito o un agua de panela, congregados en torno a las brasas de la tulpa y el refugio del hogar, los mayores nos enseñaban a plantar la semilla del cuidado, recuerdo que hoy nos inspira a recrear la vida y a tener un guardián de la naturaleza en el Carnaval”, precisa.
En esos encuentros, al igual que en las culturas andinas sus ancestros les enseñaron las historias del Chutun, el Duende, el Cueche, la Tuturumama, la Madremonte y el Guardián del Bosque. “Eso nos inspiró para hacer esta carroza”, concluye.