A los ladrones pareciera no importarles ni el sitio; si es de día o de noche, aprovechan y cometen sus robos, «no se trata de decir que dio papaya, es un problema en la ciudad no poder salir a la calle».
Noticias Cali.
El caso más reciente de hurto sucedió este sábado 5 de noviembre, cuando una locutora de una cadena radial fue víctima de un «arrebato», cuando esperaban la revisión de la camioneta en una estación de servicio, un sujeto en moto se le llevó el celular.
Mientras se encontraba con su teléfono en las manos, detrás de la camioneta que la transportaba, pasó un hombre en motocicleta y arrebató su teléfono.
Una vez sucede el acto, la mujer intenta correr a ver si lograba recuperar su celular, sin obtener resultado alguno.
«Triste pero cierto: No podemos dar papaya en ningún lado»
Lo que se sabe del caso es que en ese momento la joven «se estaba comunicando con el máster en cabina», y se habían tenido que bajar del vehículo porque lo estaban revisando.
La joven estaba haciendo reportes desde las calles de Cali ya que dicha emisora estaba repartiendo unos obsequios a taxistas.
Pues lo cierto es que estaba intentando contactarse con la cadena radial para la que estaba prestando sus servicios en ese momento, cuando el ladrón ingresó con la moto, se acercó lentamente y le arrebató el teléfono móvil.
Ocurrió en la Estación de Gasolina de la Portada, la misma que facilitó el vídeo donde quedó captado el momento.
Ver esta publicación en Instagram
Hasta el momento las autoridades no han logrado dar con el paradero de los ladrones.
Hay quienes aprovechan el caso para reiterar que ante tantos robos «no hay que dar papaya», pero otros dicen que, es “el colmo que les sea fácil decir que todo es papaya”.
Hay que recordar que en Cali hasta el mes de octubre existían 133 establecimientos comerciales que actuaban como ‘laboratorios de celulares hurtados’.
La función de estos era la compra, venta y retroventa de celulares.
Aunque Cali estaba como punto central, muchos de estos se comercializaban ilegalmente en Candelaria, Yumbo y Jamundí.
También lea